Descifrar el genoma humano y aplicarlo a la resolución de los grandes temas sin resolver de la medicina actual es uno de los grandes desafíos, especialmente para quienes buscan revertir el diagnóstico de esterilidad.
Según estimaciones médicas, los resultados de las investigaciones en biología molecular y genética humana permitirán en el futuro cercano perfeccionar los métodos de diagnóstico y cambiar sustancialmente los aspectos terapéuticos de la reproducción asistida.
Los científicos abandonaron la meseta en la que se había detenido la investigación de los aspectos clínicos y buscan establecer cómo se producen las anomalías en las diferentes etapas del desarrollo de las células.
Para esto, "se están estudiando las modificaciones que se producen durante la fertilización, la implantación y la selección de los embriones y se busca determinar a priori cuáles se van implantar correctamente y cuáles no", señaló el doctor Aníbal Acosta, presidente del XII Congreso Mundial de Fertilización in Vitro y Biología Molecular que se realizará entre el 16 y el 19 de marzo de 2002, en Buenos Aires.
Afectadas por diversas patologías, entre un 12% y un 15% de las parejas que buscan tener hijos tienen problemas de infertilidad. Esta cifra, que varía según las edades y los países, expresa una población importante: "son millones de personas que pueden ser curadas", resaltó el especialista.
Acosta, médico cordobés residente desde hace 26 años en la ciudad estadounidense de Norfolk, Virginia, dirigió en 1981 el equipo de la universidad que desarrolló el primer nacimiento en Estados Unidos (tercero en el mundo) de un bebé por el método de la fertilización in vitro. Desde entonces, sostiene que la esterilidad "es una enfermedad como cualquier otra" y asegura que "puede ser tratada".
Crear y procrear
Entre las diferentes terapias génicas en curso, está en proyecto la creación de cromosomas artificiales destinado a reemplazar al gen mutado por medio del cual se expresa la enfermedad. Esta técnica, que reproduce el mecanismo natural de todo organismo sano, también podría aplicarse mediante la inyección de un gen, "aunque es muy difícil de practicarse, ya que el gen no funciona sólo como unidad sino dentro del ADN", indicó el especialista.
"Hay que conocer exactamente en qué lugar de la cadena de ADN hay que inyectarlo para no anular genes cercanos y lograr que se exprese de la misma forma en que lo haría el normal", explicó. De ser viable, esta técnica constituiría el procedimiento más aséptico y menos polémico para solucionar los problemas de esterilidad, ya que, entre otras cosas, no sería necesario recurrir a un banco de embriones para la reproducción.
Maduración de oocitos
Iguales connotaciones provocaría el resultado de otra investigación en curso, referida a la posibilidad de madurar oocitos (célula sexual femenina en la fase previa a la formación del óvulo) in vitro. Este es uno de los temas centrales que tratarán los miles de especialistas que participarán del congreso mundial que se realizará en marzo próximo.
La importancia de esatas investigaciones radica en la eliminación del problema ético que genera la existencia de los bancos de embriones.
"Todavía no sabemos qué diferencia a un oocito maduro de uno inmaduro. Conocemos algunas cosas pero desconocemos la intimidad del proceso. Existe la posibilidad de conseguir gran cantidad de oocitos inmaduros y tenemos un sobrante de células maduras que sólo podemos utilizar en el momento, ya que no se pueden criopreservar. Si así fuera, se eliminarían los bancos de embriones, salvo los que se utilizan para el diagnóstico preimplantatorio, que van a seguir siendo necesarios", puntualizó.
Células stem
La generación de tejidos a partir de células obtenidas de fetos o embriones es otro de los aspectos más cuestionados. Conocidas como stem, estas células -que en algunos casos provienen de la gónada (órgano sexual productor de óvulos o espermatozoides) fetal- se utilizan para la reparación de tejidos fundamentales, como el nervioso y el cardíaco.
En esta dirección ya se están realizando ensayos clínicos en el tratamiento del Parkinson y en el de la cardiopatía isquémica con muerte celular del miocardio. "Todo indica que se apunta a la protección de la vida de las personas auténticamente vivientes", destacó Acosta al referirse a la utilización de células embrionarias para la creación de nuevos tejidos.
Es posible también que en el transcurso de los próximos cinco años se logre diagnosticar cuáles son los embriones que llegarán a implantarse exitosamente y cuáles los que no resultan viables. "Si los embriones defectuosos demuestran que son capaces de proveer células stem en igual eficacia que los otros, directamente podríamos emplear los que no son viables para no sacrificar a los que llegarán a buen término", pronosticó Acosta.
Esterilidad masculina
La esterilidad masculina es otro de los temas en los que la ciencia evidenció un importante avance en los últimos años. "Antes, la esterilidad masculina severa prácticamente no tenía tratamiento y ahora se sabe que todo individuo al cual se le encuentra un espermatozoide tiene chances de tener un hijo", apuntó.
Aunque aún se encuentra en etapa de investigación, existe la posibilidad de donar células germinales que, al colonizar en el testículo del receptor le otorgarán la posibilidad de la procreación con espermatozoides propios. Asimismo, se avanza en el estudio del control genético de los espermatozoides, examen que permitirá determinar qué genes funcionan de manera anormal que permitirá desarrollar una terapia para modificarlos.
Entre los métodos que ya están difundidos, la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (Icsi) representa hasta el momento el único procedimiento que ha revolucionado las terapias de tratamiento de la infertilidad masculina. "Ahora son muy pocos los hombres que no pueden tener hijos", enfatizó Acosta.
Este procedimiento, sin embargo, también ha recibido críticas porque podría dar lugar a nacimientos de bebés estériles. Los niños nacidos a partir de esta técnica, en la actualidad tienen entre 8 y 10 años y no han sido estudiados.
Polémico, Acosta sostuvo que "si un Icsi dio lugar a un niño, la historia puede repetirse. Hasta ahora no se ha demostrado que el Icsi generara algún problema".
Los dilemas éticos que generan las terapias de reproducción asistida, la selección de embriones adecuados para evitar fallas de implantación, la posibilidad de realizar injertos ováricos y trasplantes espermatogoniales, son, entre otros, los temas que se tratarán en marzo próximo, cuando científicos de todo el mundo debatirán sobre el futuro inmediato de la reproducción tanto en humanos como en animales.
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Margarita Silvera