Los costos bancarios, un problema aún por resolver

Al cabo de la primera jornada de vigencia del paquete de restricciones para las extracciones bancarias, no quedan aún en claro cuáles serán los costos bancarios para los servicios a los que habrá que recurrir para operar dentro de las nuevas reglas de juego, como cajas de ahorro, cuentas corrientes y transferencias entre bancos.
Por ahora sólo mostraron intenciones, a la espera de que las medidas se vayan reglamentando y las operaciones se estabilicen.
Gerentes de la city local consultados por La Capital señalaron que en los próximos días lanzarán distintas ofertas para atraer a los clientes necesitados de nuevos productos a partir del decreto sancionado el viernes.
El ministro Cavallo aseguró que los costos para la transferencia de fondos entre cuentas será gratuito y el presidente del Banco Nación, Enrique Olivera, anticipó que la apertura de cajas de ahorro tendrá costo cero. Sin embargo, un sondeo entre las entidades locales permitió verificar que las cajas de ahorro tienen un costo promedio mensual que ronda entre los 3 y 6 pesos. El gerente regional del Banco Nación, Renaldo Caroana, señaló que su entidad sólo se cobrará un peso para la apertura de una caja de ahorro, que es el valor del plástico de la tarjeta de débito.
Ayer no fue posible averiguar el importe exacto del costo de las transferencias bancarias, que dependen del perfil del cliente, y van del uno al 20 por mil. Los directivos bancarios adujeron que los precios dependen de la dimensión del cliente, y anticiparon que las tarifas probablemente bajen con el lanzamiento de nuevos productos para tratar de atrapar la nueva masa de clientes.
El costo de una cuenta corriente en el mercado rosarino varía según el paquete que adquiere el cliente, ya que suelen ir de la mano de tarjetas de crédito, chequeras y los niveles de descubierto. El precio va desde 9 a los 30 pesos. Otra opción, el cheque certificado, es costosa y tiene el costo adicional del impuesto al cheque, que es del seis por mil.
Analistas financieros prevén que las medidas desatarán la competencia entre los bancos, lo cual redundará en una reducción de los costos financieros.