Seguramente debe preocupar a más de un rojinegro el anuncio que hizo semanas atrás Julio César Saldaña al dejar en duda su continuidad en el fútbol. Porque Newell's, hoy por hoy, no puede darse el lujo de prescindir del volante, el encargado de hacer jugar a la lepra. El domingo, como lo viene haciendo desde hace tiempo, fue la manija y el conductor. Mientras funcionó, los rojinegros fueron netamente superiores a Unión e hilvanaron varias jugadas de gol. Pero cuando el generador se quedó sin combustible y se apagó su motor, el fútbol se diluyó. ¿Qué sería de Newell's sin Saldaña? ¿Hay un reemplazante? Seguramente se vería otro conjunto y el rendimiento no sería igual. Y eso queda demostrado una y otra vez cuando Larry bajó su rendimiento en un encuentro. A pesar de sus 34 años, puede y le sobra para estar en una cancha. Además, por el momento no hay un sustituto que pueda llegar a disimular su ausencia. Por eso más de uno rogará que la decisión que tome a fin de año sea la de continuar jugando.
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