"Si te portás bien, a la vuelta te vamos a dar un premio" fue lo último que le dijeron al remisero Osvaldo Zajarías los delincuentes que lo encerraron dentro del baúl de su auto para ir a asaltar Provencred. El peor momento vivido por Zajarías aquel día, según el mismo lo contó a La Capital, fue cuando lo obligaron a entrar al baúl: "Les dije que con la cubierta de auxilio y el tanque de gas no iba a poder estar y uno de ellos (Castaño) dijo que si no quería ir al baúl me hacía boleta ahí nomás. Pero el otro (Villar) lo contuvo". El chofer, envuelto en una sábana y encapuchado, estuvo encerrado más de una hora. Cuando sintió que el auto se detuvo y que las puertas se cerraban empezó a gritar. Así lo descubrió un vecino y poco después lo liberó la policía. "Los remiseros estamos habituados a que nos pasen cosas bravas a la noche, pero nunca pensé que dos tipos me iba a hacer vivir una historia así a plena luz del día", concluyó Zajarías.
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