Rodolfo Parody
El utilitario Tiro Federal hizo caso omiso a aquellos que reclaman un juego depurado y ambicioso. Como el mejor avaro arriesgó lo justo para rescatar un punto de la complicada cancha de Huracán Corrientes. Su esfuerzo fue tan medido que el cabezazo goleador de Fernando Ramello fue una de las escasas aproximaciones que tuvo. Así, midiendo cada paso que daba, el negocio le salió redondo. El que no se quedó conforme fue Huracán, que no pudo seguir los consejos de la utilitaria era moderna que dicen que de local hay que ganar. Claro que no hizo mucho más que Tiro y tampoco estuvo dispuesto a arriesgarse. El atenuante del pésimo estado del campo de juego es una excusa valedera para entender porqué, en especial Tiro, se repitió en los envíos aéreos, que solamente desnudaban las fallas de coordinación de ambas defensas. De todos modos, cabe la duda si esa fue la única razón o si no tuvieron capacidad para juntarse y tocar, aportando algo de prolijidad. La que apareció al comienzo cuando Tiro construyó la mejor jugada colectiva y el arquero Vallarino le tapó un mano a mano a Rozín. El contragolpe resultó letal para los rosarinos. Céspedes desbordó por izquierda, metió el centro atrás y Villegas se encontró con el balón de frente para convertir. A partir de ese instante la pelota comenzó a deambular por el aire. Algunos encuentros esporádicos entre Ramello y Rozín le ponían algo de claridad a un partido en el que predominaron las imprecisiones y en el que la creatividad estuvo ausente. Los envíos aéreos se intensificaron en el segundo tiempo con el ingreso del corpulento Fernando Robles, que comenzó a ganar en el área rival. Y, como no podía ser por otro camino, Ramello conectó de cabeza un córner desde la izquierda para estampar el empate. Que pudo haber sido quebrado por Céspedes en dos ocasiones desde posiciones inmejorables, pero su falta de puntería y una brillante reacción de Heit lo evitaron. Y nuevamente el arquero tirolense ahogaría sobre el final el grito de gol de los hinchas locales cuando exhibió sus reflejos y le metió un manotazo al cabezazo de Dos Santos que se metía. Con dos realidades contrapuestas las sensaciones ni bien culminó el partido también fueron diferentes. Tiro Federal, que quiere ser protagonista, se fue con la convicción de que el punto le sirve. Huracán, con una crisis profunda y que apenas pretende subsistir, ni siquiera pudo darse una alegría pasajera.
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