"El problema fundamental de esta operación de canje es que por sí sola no basta", señala Fernando Fernández, economista y asesor de entidades financieras en España. Para el especialista, la operación de reestructuración de deuda de Argentina tiene que ir acompañada de dos elementos que considera clave: lograr que el canje se extienda más allá de los acreedores domésticos y que sea "verdaderamente" el último. El especialista, que estuvo en Rosario invitado por la Fundación Libertad y la Fundación Ico de España, dice que "la alta emisión de bonos no genera especialmente confianza hacia afuera" y agrega que "la sensación inmediata es que en el país no se ha aceptado firmemente la necesidad del ajuste". Este es el diálogo que mantuvo Fernández con La Capital: -¿Qué expectativas hay en el extranjero sobre el canje de deuda? -En España, en Europa en general, los bancos y todas las empresas que invirtieron en Argentina están convencidos de que si esto sale mal, sale mal para todos. La clave fundamental para el éxito de esta operación es entender que por sí sola no basta, tiene que cumplir requisitos adicionales. -¿Qué requisitos? - Por un lado, que el canje vaya más allá de los acreedores domésticos; es muy importante que se extienda a los acreedores internacionales y para eso hace falta un proceso de negociación con los organismos extranjeros para que la operación reciba el apoyo de los organismos correspondientes como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, y eso, por ahora, parece que está demasiado tibio. El segundo punto importante es que sea el último, porque ya hubo varios intentos anteriores, el blindaje, el megacanje, que no se respetaron. Hay un tercer punto fundamental: que haya disciplina en el gasto público, porque de nada sirve que se haga un acuerdo fiscal fuerte con las provincias si los políticos siguen pensando en aumentar el gasto de cara al futuro. -¿Qué análisis hace de la emisión de los bonos? -El temor es que una alta emisión de bonos genere cierta desconfianza hacia afuera. La sensación inmediata que yo tuve cuando se firmó el acuerdo con las provincias es que éstas no aceptaron la necesidad del ajuste. En todo caso aceptaron el mal menor que es cobrar Lecop. En ese sentido, la sensación que da es que se está buscando una salida de la convertibilidad vía la puesta en circulación de otros instrumentos de pago. Por un lado, se va al sistema financiero y al comercio exterior en dólares y por otro lado se "Lecopiza", se empapela el país creando un bono que en última instancia tiene un tipo de cambio con el dólar y el peso, y que no se va a tomar uno a uno a la larga. -¿Hay alguna forma de recuperar la confianza del exterior? -Evidentemente la administración del proceso de crisis sigue siendo incierta y no es fácil revertir la gran incertidumbre que existe en los acreedores internacionales respecto de los títulos argentinos. Con el acuerdo fiscal y las últimas medidas, no se genera una disciplina fiscal que es lo que necesita el país. La Nación está diciendo "no le pago en dólares, le pago en papeles, pero les pago" y eso no genera un incentivo a la disciplina fiscal, más allá de la quita parcial que se hizo. Yo me temo que va a continuar la incertidumbre y esto puede ser muy complicado porque el contexto internacional no ayuda para nada. -¿Cómo ve el próximo año en materia económica? -Uno de los factores que hay que tener en claro, no sólo para los argentinos, es que la economía mundial, que ya venía mal antes del 11 de septiembre y que después de los atentados está peor y esto va a tener un impacto fuerte en la economía de los países. Ya hay un impacto negativo en la disposición de los inversores a financiar a la Argentina, independientemente de lo bien que acá se hagan las cosas. Hay menos dinero disponible para financiera y punto. El comercio internacional se va a resentir. El propio FMI habla de tasas de crecimiento para el 2002 a nivel mundial muy bajas con lo cual es muy difícil que se recuperen los precios de las materias primas y eso tendrá un impacto poco favorable en términos del intercambio para Argentina. A mi me parece que los políticos, economistas y técnicos de aquí no son del todo concientes de la escasez de recursos sobre la que va a funcionar el 2002 y que por lo tanto, no valen las políticas de parche. -¿Qué estrategias definitivas necesita la Argentina? -Una reforma del sistema tributario, una reforma del Estado y una salida seria al problema cambiario vía dolarización o devaluación. Yo soy partidario de la dolarización. Creo que eso de permitir una cierta expansión monetaria con la emisión de letras genera más ruido que ventajas. -Los bancos, a los que se acusa de ser los más favorecidos del modelo que aplicó Argentina, renegaron bastante con el canje, ¿qué opina la respecto? -Que siempre se los apunta pero los bancos están colaborando desde hace tiempo con la Argentina para salir de la crisis. Es simple, cuando uno cambia un papel que paga el 21% por otro que paga el 7%, pierde. Florencia O'Keeffe
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