José María Petunchi
Cuando aún faltan cuatro fechas para terminar el torneo Apertura, la dirigencia de Rosario Central está evaluando la posibilidad de realizar una profunda reestructuración, que tiene como objetivo achicar el costo administrativo y operativo del club para reducir el déficit económico que sufre. Entre las primeras medidas que están estudiando impulsar para reducir el pasivo figuran el achicamiento del costo administrativo (también incluye la ciudad deportiva y el estadio) al 50 por ciento y la disminución del costo del plantel profesional, con lo que pretenden ahorrar entre 180 y 200 mil dólares mensuales. Así, seguramente, en los primeros días del año próximo iniciarán una ronda de conversaciones con algunos integrantes del plantel con la intención de reducir los montos de los salarios que perciben, al tiempo que esto estaría acompañado con una limpieza en el plantel, cuya intención de la dirigencia es que no supere los 25 profesionales. La propuesta original de los directivos fue que la depuración la encabezara el actual DT Daniel Teglia, pero el entrenador que hasta diciembre está de manera interina al frente del grupo para acompañar esta etapa de transición, cada vez más cercada por la crisis dirigencial y económica, rechazó de plano esta alternativa. Por lo pronto, los directivos ya le comunicaron al empresario uruguayo Paco Casal, a través de su secretario Jorge Chijane, que a fin de año van a rescindir el contrato de Ricardo Canals y que Líber Vespa será declarado prescindible. Los charrúas son dos de los contratos más altos del grupo. Pero no serán los únicos, puesto que también intentarán rescindir el contrato de Pablo Vitamina Sánchez -quien permaneció en el club a pedido del renunciante Jota Jota López- y el del arquero Claudio Manchado. A la vez que también les dejarán libertad para buscarse nuevo club a Javier Cappelletti, al Chino Sebastián Flores Coronel y al arquero Christian Campestrini. No obstante, esta lista podría engrosarse con otros nombres, entre los que figurarían algunos de los jugadores que actuaron muy poco en primera. Independientemente del nivel que cada uno de estos jugadores haya tenido o de las oportunidades que les hayan otorgado, la dirigencia está abocada a bajar el costo del plantel, más aún cuando tiene que hacer frente a los salarios a mes vencido y ha llegado en los últimos partidos a su récord negativo de recaudación. Esta situación se ha profundizado en estos tiempos en que Central llegó a su piso histórico en boleterías de sólo 9.500 pesos ante Independiente y 8.500 ante Belgrano, mientras que sólo abrir el estadio le cuesta al club 25.000 pesos (12.500 el operativo policial). Con el ahorro pretendido en los salarios del plantel y la reducción del costo administrativo y operativo, la dirigencia espera rebajar el presupuesto mensual entre 180 y 200 mil dólares, por lo que con un ajuste en lo que perciben de la TV estarían en condiciones de nivelar el presupuesto operativo.
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