Año CXXXV
 Nº 49.316
Rosario,
viernes  30 de
noviembre de 2001
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Tropas de paz, un tema difícil para la Otán

Bruselas. - Al mismo tiempo que los grupos étnicos y políticos afganos debaten en Bonn la futura repartición del poder en su país, crece la demanda de una garantía militar de la ayuda humanitaria en Afganistán. Pero el envío de una fuerza de paz internacional al destruido país, al que además amenaza un vacío de poder, es un tema espinoso tanto en Bonn como para la Otán.
En la sede de la Otán en Bruselas se rechaza oficialmente que sus fuerzas puedan participar en una tropa internacional de paz. Afganistán está fuera de la zona de influencia de la Alianza Atlántica, se dice. Por lo tanto, los soldados de la Otán no tienen nada que hacer allí, aunque los países miembros son libres de apoyar a EEUU en su campaña en Afganistán.

Ayuda humanitaria
Bruselas admite que hay problemas para asegurar los convoys de ayuda humanitaria. Merodeadores y bandidos son una amenaza para los transportes de alimentos, mantas y ropas de abrigo que millones de afganos necesitan tan urgentemente de cara al invierno que se avecina. Además, los periodistas están siendo robados y asesinados. Pero, pese a todo, se dice que los países de la Otán no están dispuestos a garantizar la seguridad de la ayuda humanitaria con las armas. El temor de la Alianza radicaría en que una misión de este tipo podría rápidamente convertirse en una fuerza de paz con órdenes de luchar que tuviera que mantener separadas a las partes enfrentadas.
Aún así, en círculos militares se sigue pensando en una tropa de apoyo. Afirman que hay que asegurar militarmente la ayuda humanitaria. La cuestión es cómo y con quién, qué país tiene fuerzas como para enviar además soldados para un contingente afgano. También se habla de emplear unidades internacionales musulmanas, compuestas por ejemplo por soldados de Turquía y Jordania. Con quien desde luego no se podrá contar a la hora de formar una unidad internacional es con Rusia. Aunque Moscú quiere demostrar su influencia en la zona centroasiática, según todos los analistas, después de su desastrosa experiencia con la guerra soviética en Afganistán entre 1979 y 1989, no enviará soldados de nuevo a este país.
La Otán se muestra por el momento reservada. Pero la papa caliente que supone el tema de una fuerza de paz en Afganistán surgirá con toda probabilidad durante el encuentro que los ministros de Defensa de los países de la Otán celebrarán a principios de diciembre en Bruselas. (DPA)


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