Cameron Diaz nació el 30 de agosto de 1972 en la localidad californiana de San Diego. Su espíritu aventurero la llevó a dejar la casa de sus padres cuando tenía sólo 15 años. Salió a conocer el mundo: durante cinco años vagó sin rumbo por Japón, Australia, México y Francia. A los 21 años, volvió a California, donde inició una promisoria carrera como modelo. Pero su vida dio un vuelco después de que se presentara para el casting de la película "La máscara". Su belleza, su soltura y, sobre todo, su sangre latina hicieron que fuera elegida para cubrir el papel central femenino de la cinta que, gracias a los novedosos efectos visuales a los que apelaba y al carisma del comediante Jim Carrey, se convirtiera en un suceso de taquilla. La buena experiencia que resultó su debut en Hollywood la llevó a enfocar su carrera a la actuación, pero, como las oportunidades no abundaban, pasó los tres años siguientes trabajando en producciones independientes. La situación le sirvió para profundizar sus conocimientos acerca del negocio del cine y, de este modo, consolidar su posición dentro de la industria del espectáculo. Su regreso a Hollywood lo hizo por la puerta grande: actuó junto a Julia Roberts en "La novia de mi mejor amigo" (1997). Sin embargo, el status de estrella lo consiguió con "Loco por Mary" (1998), una comedia de los hermanos Bobby y Peter Farrelly, en la que compartió cartel con Matt Dillon y el ascendente Ben Stiller. El éxito del filme la catapultó a la cima de la fama. Si bien le valió buenos papeles, su imagen de modelo de cara dulce y buenos modales hizo que sus colegas subestimaran su talento como actriz hasta que la vieron en "¿Quieres ser John Malkovich?" (1999), la bizarra comedia de Spike Jonze en la que interpretó, con el pelo oscuro y ensortijado, a la dueña de una tienda de mascotas casada con un titiritero fracasado y soñador. Selló su matrimonio de conveniencia de Hollywood con la remake de la serie de televisión "Los ángeles de Charlie" (2000), en la que encarnó a una intrépida heroína y compartió los títulos con la chica prodigio Drew Barrimore y Lucy Liu, la actriz de origen chino que saltó a la fama gracias a su trabajo en la tira de Fox "Ally McBeal". A partir de entonces, la carrera de Cameron Diaz finalmente se consolidó. No sólo se convirtió en un invitada frecuente de las premieres de las películas más importantes producidas por los grandes estudios norteamericanos sino también en una de las actrices mejores pagas de la industria: por su labor en su último filme, "The Sweets Thing", fue de 15 millones de dólares. Su buena estrella no se reduce al mundo del cine. En su vida privada también le va de maravillas. El año pasado se comprometió con uno de los galanes más codiciados del momento: Jared Leto, quien acaparara las miradas de las mujeres después haber trabajado en "American Psycho" y haber hecho un protagónico contundente en "Réquiem para un sueño", de Darren Aronovsky.
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