Farshid Motahari
Bonn. - La conferencia sobre el futuro de Afganistán que se celebrará en la ex capital alemana Bonn a partir de mañana estará dominada por tres grupos de poder. "Se dice que las negociaciones serán entre los distintos grupos étnicos, como pashtunes, tayikos y hazaras, pero en realidad serán tres los factores de poder que tienen el futuro de Afganistán en sus manos", explica el experto afgano Abdul Yalil. Se trata del grupo en torno a la comandancia de la Alianza del Norte y el presidente Burhanudin Rabbani, los pashtunes agrupados por el ex jefe de gobierno, Gulbuddin Hekmatyar, y el grupo de Roma en torno al ex rey, Zahir Shah. La tarea de Bonn será la de acercar posiciones entre los "antioccidentales" de Hekmatyar, los "pro-occidentales" del ex monarca, y la Alianza, que asume una posición equidistante, añade Yalil. Hay ciertas tendencias de que el ala moderada de la Alianza, representada sobre todo por el ministro del Exterior Abdullah Abdullah, está dispuesto a acercarse a los monárquicos, dejando a un lado a los radicales de Hekmatyar. "Hekmatyar es un traidor a la causa afgana", es una frase atribuida al representante de la Alianza del Norte en Teherán, Mohammed Jairjah, que resume la posición frente al mujahidin fundamentalista Hekmatyar, antiguo "héroe" en la lucha contra la ocupación soviética pero que ahora se alineó, al menos momentáneamente, con el Talibán. Sin embargo, todo parece indicar que también existen coincidencias en no dar mucho espacio al ex monarca Zahir Shah, de 87 años, derrocado en 1973. Para la Alianza, el lugar de Zahir Shah es el de un simple integrante de la Loya Jirga (la asamblea tribal que reúne a los líderes de las diferentes etnias del país, una institución secular). "¿Quién es Zahir?, A lo sumo puede alcanzar el estatus de un afgano corriente", advierte Ismail Khan, el influyente líder de la provincia suroccidental de Herat, que reconquistó ahora luego de ser expulsado por los talibanes. Otro de los que quieren limitar la influencia de los monarquistas es Abdul Rashid Dostum, el general y comandante uzbeko, miembro de la Alianza y conquistador de Mazar-i-Sharif y con un rol decisivo también en la toma de Kunduz. El ministro del exterior Abdullah instó a todas las partes involucradas a dejar de lado en la conferencia de Bonn los intereses personales, políticos e ideológicos, para debatir los problemas del país y encontrar soluciones para su bienestar. Coincide en ello con el gobernador de la provincia de Nimrus, el general Barahui, quien llama a no desperdiciar la gran oportunidad que se le presenta al país en la reunión de Bonn. "Lo bueno de esta conferencia va a ser que después de mucho tiempo, todos los participantes estarán obligados a escuchar lo que digan los otros, por más que no les guste lo que digan", señala el exiliado político Yalil, que sabe que los resultados de las deliberaciones tienen que ser muy claros: "la policía y los grupos armados debe saber quién es el que da las órdenes y al que hay que obedecer, la política exterior debe ser asumida por una sola persona y además habrá que acordar un plan económico de reconstrucción". (DPA)
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