Kabul y Dushambe. - Tropas de la Alianza del Norte, que entraron ayer en Kunduz por dos frentes, luchaban en las calles y suburbios de esta norteña ciudad contra los talibanes y extranjeros, informaron fuentes militares. Los combates eran feroces, acompañados por bombardeos aéreos norteamericanos. Poco antes, unos 1.700 talibanes y 600 guerreros extranjeros, presuntamente pertenecientes a la organización de Bin Laden Al Qaeda, se rindieron, según informes de la CNN. Estados Unidos mostró alarma porque teme que estos últimos escapen. También hubo rendiciones masivas de talibanes en la localidad de Maidanshahr, muy cerca de Kabul, aunque también allí aún se combatía.
La ofensiva simultánea contra Kunduz fue precedida en la noche del viernes y la mañana de ayer por rendiciones masivas de milicianos talibanes y de sus aliados extranjeros.Las fuerzas de etnia uzbeka del general Rashid Dostum entraron a la ciudad por el oeste.
Asimismo, por el este llegaron poco después a la ciudad las tropas tayikas del general Mohammed Daud, que luchaban contra los defensores talibanes en los suburbios de Kunduz, último reducto integrista en el norte de Afganistán.
Los generales son rivales dentro de la Alianza del Norte. Dostum es famoso por la toma de Mazar-i-Sharif, batalla que rompió el frente talibán y precipitó la liberación de Kabul, Herat y Jalalabad. Las fuerzas de Dostum, las primeras en adentrarse en Kunduz a iniciativa propia por el oeste, al caer la noche, combatían en las calles ante feroz resistencia de los talibanes.
Por el este llegaba algo después el tayiko Daud con un regimiento blindado y unos 5.000 hombres que arremetieron contra los defensores talibanes en los suburbios de esa zona de Kunduz. Retrasaron su entrada en la ciudad en un intento de forzar una rendición voluntaria de sus defensores.
El jefe militar de la Alianza del Norte, general Mohamed Fahim, llegó ayer al frente de Taloqan. Fahim es el superior teórico de Dostum, aunque este de hecho se maneja con independencia.
El asalto final a Kunduz enfrenta, según afirmó Fahim, "unos 3.000 mercenarios extranjeros", que ofrecen una resistencia a muerte. Estos extremistas islámicos árabes, chechenos, paquistaníes y chinos uygures están dispuestos a morir en combate y "se preparan para luchar por cada calle y casa", advirtió el ministro Fahim.
Por su parte, el enviado especial de la ONU para Afganistán, Francesc Vendrell, pidió ayer nuevamente a la Alianza del Norte que "se contenga" y no asesine a los soldados talibanes o extranjeros que se rinden.
Aunque la Alianza del Norte había interrumpido en las últimas horas su ataque sobre Kunduz para favorecer la rendición de los talibán, no fueron interrumpidos los bombardeos estadounidenses contra la ciudad.
Avances y una deserción notoria
En tanto, las fuerzas de la Alianza del Norte entraron a Maidanshahr, a 30 km al sudoeste de Kabul, pero están bajo fuego talibán. Unos 2.000 combatientes que integraban el mayor núcleo armado de talibanes cercano a Kabul, se entregaron ayer a las tropas de la Alianza en el distrito de Sharaka Mula Wardak, a 40 kilómetros al suroeste de la capital, tras pactar su rendición. La rendición del núcleo talibán de Maidanshahr apuntala el control de la Alianza del Norte sobre Kabul y sus contornos.
Una de las deserciones más notorias entre las filas talibanes se produjo ayer en Kabul, donde el viceministro del Interior, mulá Mohamed Jaksar, anunció el abandono de su cargo y dijo que trabajaba actualmente con el gobierno de la opositora Alianza del Norte. El mulá, justificó su decisión acusando al régimen talibán de no trabajar por la paz "después de 23 años de guerra". (Ansa y Reuters)