El presidente Fernando de la Rúa llamó ayer a la calma en la Cumbre Iberoamericana frente a su plan de reestructurar la deuda pública del país, que es la tercera economía de Latinoamérica. "Estén tranquilos, Argentina es segura", afirmó el mandatario antes de una reunión con sus colegas de Brasil, Fernando Enrique Cardoso; de México, Vicente Fox, y de Chile; Ricardo Lagos, en el marco de la cumbre de líderes de América Latina, España y Portugal congregados en Lima.
Argentina inició el lunes último un canje de bonos de su deuda pública de 132.000 millones de dólares para evitar caer en incumplimiento de pagos, la cual "será un éxito" anticipó en Lima esta semana el ministro Domingo Cavallo, durante una cita previa a la cumbre.
Al ser interrogado por periodistas sobre un supuesto retiro de depósitos bancarios en Argentina por el temor a un fracaso del canje de deuda, De la Rúa dijo: "No se quién dice eso, porque no hay retiro significativo de los depósitos. Todos saben que hay transparencia, que las tasas están bien seguras, garantizada la convertibilidad, que no hay devaluación y estamos trabajando para un programa que asegure la sustentabilidad de la economía para este año y el año siguiente", dijo ayer.
Apoyo latinoamericano
De la Rúa destacó el apoyo "extraordinario" que recibió ayer el país en su política de reestructuración de la deuda externa y el déficit cero, en la XI Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado que se desarrolló este fin de semana en Lima, y volvió a asegurar que en Argentina está "garantizada la convertibilidad y no habrá devaluación".
A un día día de la llegada al país la postergada misión del Fondo Monetario Internacional para monitorear las cuentas públicas y decidir un posible desembolso de fondos prometidos para diciembre, De la Rúa dijo que el apoyo de los 21 países de la región, España y Portugal es "extraordinario, tiene un gran valor porque es un mensaje político de significación importantísima".
"Iberoamérica nos ha dado su apoyo amplio e incondicional en momentos en que avanzamos en el canje (de la deuda)", señaló el presidente en declaraciones a la prensa en el Suiss Hotel limeño, sede de la cumbre, tras reafirmar que las cosas (en la economía argentina) están bien, seguras, está garantizada la convertibilidad y no habrá devaluación".
Antes de participar de la sesión de jefes de Estado de la cumbre, donde recibió un apoyo integral a sus políticas, De la Rúa mantuvo ayer un desayuno de trabajo con sus pares de Brasil, Fernando Enrique Cardozo; de México, Vicente Fox y de Chile, Ricardo Lagos, a quienes afirmó "les expliqué como avanza la Argentina en el canje de la deuda, que viene la misión del Fondo (Monetario Internacional) y que tiene muchísima importancia" el apoyo recibido por la Argentina para salir de la crisis.
"Nos hemos referido a los diálogos que mantuvimos con otros líderes mundiales y hay una coincidencia en el mundo de que se deben buscar los caminos para el desarrollo", señaló el presidente.
En ese marco, recordó: "Como dije en la ONU, el nombre de la paz, es el desarrollo", en referencia a la necesidad, como anticipó ayer el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini, de que los organismos internacionales de crédito brinden ayuda "no sólo a los países más pobres, sino también a los emergentes", donde se registra un aumento de la pobreza y la desocupación.
"A esto debemos apuntar, debemos dirigirnos hacia un sentido de solidaridad internacional mayor", dijo De la Rúa y adelantó que entre las coincidencias con sus socios del Mercosur figuran presentar esta misma posición en la próxima cumbre de Monterrey, México, sobre la necesidad de un cambio en las condiciones del comercio internacional.
Señaló que "hay que generalizar los factores para el desarrollo, en este caso, de los países emergentes, mientras se mantiene la ayuda a los más pobres, hay que abrir el comercio internacional para promover el crecimiento también de los países emergentes, donde hay mucha pobreza". (DyN y Reuters)