La Rioja (enviado especial).- "Prácticamente la causa ha terminado", sentenció Oscar Salvi, abogado defensor de Carlos Menem, luego de participar como "invitado" del ex presidente en los actos realizados en la capital riojana con motivo de su liberación luego del fallo de la Corte Suprema de Justicia en el escándalo del tráfico ilegal de armas. Si perder la sonrisa ni por un segundo, el letrado se cansó de recibir el afecto de los riojanos, que lo consideran uno paisano más por entender que fue el artífice de la liberación del hombre más querido de esa provincia.
Salvi dijo que el fallo salió como él "lo esperaba", aunque se mostró sorprendido por "alguna reprimenda que nunca calculé que el alto tribunal iba a hacer tan asertivamente".
Al respecto, aseguró sentirse "complacido porque la Corte asumió el liderazgo del Poder Judicial de la Nación". Según el abogado, en la Justicia "había una falta de liderazgo, y hay alguien que tiene que decir cómo hay que interpretar y aplicar la ley, y para eso está el máximo tribunal".
Por otra parte, Salvi sostuvo que la posición de Raúl Alfonsín, quien había considerado que Menem no podía estar detenido, se justifica en que el radical "es abogado, además de ex presidente, y sabe perfectamente que la figura que le querían aplicar (jefe de una asociación ilícita) no correspondía en este caso", por lo que -añadió- "obró como un hombre de derecho".
El abogado entendió que el fallo "significa una garantía", de manera que "cualquier persona que respete el estado de derecho no va correr ningún riesgo en el futuro, como corrió Menem".
En cuanto a si se estaba estudiando la posibilidad de accionar contra el juez Jorge Urso, Salvi se recluyó en las palabras que pronunció Menem el miércoles por la noche en La Rioja: "No hay que tener rencores ni mirar hacia atrás. El mira para adelante y no tiene espejo retrovisor".
No obstante, en la conferencia de prensa del jueves el propio Menem admitió el eventual inicio de algún tipo de proceso, no sólo contra los jueces, sino también contra algunos testigos, como Esteban Caselli, ex embajador argentino en el Vaticano.
Sin comparación
Si bien Salvi admitió que el fallo fue "un éxito jurídico", señaló que lo más importante para él fue "la parte humana, porque el pago de estos honorarios que recibo con cada apretón de manos no tiene comparación posible".
En cuanto a su relación con Menem, explicó que "lo conocía", pero que "nunca" formó parte de su "círculo".
Tras asegurar que "nunca" tuvo militancia partidaria y que su presencia en La Rioja, junto a su esposa, fue como abogado defensor y por "una invitación" de Menem, enfatizó "que ahora él me dispense su amistad es algo que me llena de orgullo". De todos modos, negó que vaya a acompañar a Menem durante la campaña electoral. "Me tengo que dedicar a los expedientes", concluyó.