Los gestores de Disney World respiran aliviados. Después de la merma en la asistencia a los parques de diversiones de Orlando, Florida, debido a los ataques terroristas del pasado 11 de septiembre al fin volvieron a "sufrir" las largas colas a las principales atracciones del complejo. "El mercado se está recuperando después de la caída por los atentados terroristas porque la gente quiere huir de su rutina diaria y pasar más tiempo con su familia", explicó el jefe de medios de Disney World, Tony Altobelli. La empresa no hace públicas las cifras de visitantes. Sin embargo, el presidente de la compañía, Robert Iger, reveló que se registró una caída del 25 por ciento en el número de visitas a los parques temáticos que regenta en la Florida, aunque advirtió que la actividad está en aumento. Aquellos que no se han asustado por las advertencias sobre viajes en avión, las largas esperas en aeropuertos y la amenaza de nuevos ataques terroristas se divierten a lo grande. "Podemos montar durante el día varias veces en algunas atracciones porque no hay que esperar mucho", dijo Jim Coogler, quien viajó con su familia desde el estado de Maine. En Disney World se pueden reservar plazas en las atracciones y utilizar el tiempo de espera ahorrado en otras actividades. Pero esto, en estos días, no es necesario: la temporada baja, sumada a las reticencias de los turistas, hicieron que la demanda de boletos sufriera una retracción. En los parques de Disney en Florida, los trabajadores con disfraces de Mickey, Tigger, Balú y sus amigos están en acción. El mundo sagrado de los dibujos animados tiene que quedar intacto para que las familias puedan disfrutarlo. Por eso los parques de Disney aumentaron discretamente sus medidas de seguridad.
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