cartas

Reformador de la educación

A propósito de la referencia a Amadeo Jacques publicada el 13 de octubre pasado, desearía sumarme al homenaje de uno de los más destacados reformadores de la educación en Argentina. De influyente trayectoria en las filas del republicanismo y destacado discípulo de Víctor Cousin, filósofo y promotor de la educación nacional en Francia, Amadeo Jacques formó parte del contingente de exiliados políticos franceses que, alentados por las dirigencias políticas argentinas posteriores a Caseros, llevaron adelante reformas fundamentales en la educación argentina en la segunda mitad del siglo XIX. Primero en Tucumán (1853-1862) y desde 1863 como rector del Colegio Nacional de Buenos Aires, Jacques introdujo el modelo educativo francés en la enseñanza secundaria (bachillerato entendido como grado universitario inicial, énfasis en el equilibrio entre las humanidades clásicas y las ciencias), además de ser el inspirador del proyecto que diera lugar a la actual Universidad de Buenos Aires. Su legado pertenece ya a muchas generaciones de argentinos que, formados en el espíritu de sus propuestas (por cierto, hoy poco atractivas para una currícula que fomenta la temprana especialización de los jóvenes), abonaron y siguen abonando con su principal e intangible riqueza, el capital humano, los destinos de la Argentina.
Carina Frid, bachiller 1970, Colegio Nacional
de Buenos Aires