Año CXXXV
 Nº 49.310
Rosario,
sábado  24 de
noviembre de 2001
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A un año de la tragedia se vivieron momentos de dolor en el cementerio
Recordaron a los muertos por la inundación en Cañada de Gómez
Familiares y amigos de los fallecidos durante el meteoro marcharon por las calles que tapó el aluvion

Walter Gasparetti

Cañada de Gómez. - Las manos frágiles de Lumila (8), Yamila (6), Haylen (4) y Elías (2), dejando ramos de coloridas flores y lágrimas sobre la tumba de su hermanita María Marta, una de las víctimas fatales de la inundación del 22 de noviembre del año pasado, fue el momento más significativo de una serie de actos que grupos de inundados realizaron en Cañada de Gómez.
María Marta Cabrera, de tan sólo ocho años, Alejandro Rivadero, de 58, y Abel Ghirardi, de 44 años, muertos en la inundación, fueron recordados por familiares, vecinos, amigos y por un grupo de inundados que marchó por las mismas calles que un año atrás el agua tapó por el aluvión.
Una columna conformada por medio centenar de personas caminó desde el arroyo -que desbordó hace exactamente un año- hasta el cementerio local. Las amigas y hermanos de Maru, como llamaban a la niña, portaron un cartel que decía: "Maru, fuiste la mejor persona del mundo y te extrañamos".
"Nos duele que no haya ningún funcionario municipal acompañando este recordatorio a las víctimas del aluvión, y lo que más lamentamos es que a un año de la tragedia no se haya hecho una obra para evitar nuevas inundaciones en la ciudad", dijeron los padres de la nena que hoy tendría 9 años.
En efecto, hace unas pocas semanas el equipo técnico de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), junto al director de Obras Hidráulicas de la provincia, Ricardo Fratti, presentaron un proyecto alternativo para lluvias similares a la que tuvo Cañada de Gómez el 22 de noviembre de 2000.
Ese proyecto alternativo -que posee varias salidas o soluciones al problema- consiste en realizar una nueva canalización al arroyo en el tramo urbano y hacer obras alternativas de represas, que le costará a la provincia de Santa Fe alrededor de siete millones de pesos. El proyecto aún no será incluido en el presupuesto del próximo año.
La caminata al cementerio se complementó con actos organizados por dos grupos de inundados. La Asociación Permanente para el Control de las Inundaciones entregó agradecimientos a quienes colaboraron en el meteoro, y recordaron la necesidad de realizar una obra que termine con las inundaciones.
Allí estuvo el presidente comunal de Aarón Castellanos, Eduardo Salleras, entre otras visitas de la zona afectada por el desborde de la laguna La Picasa. Tanto Salleras como Esteban Hernández (un afectado del departamento Garay) pidieron a los cañadenses "participación y compromiso".

En el sur santafesino
El problema planteado por los voceros del sur santafesino difiere, sin embargo, del fenómeno cañadense. Esta diferencia reside en que mientras en la zona de La Picasa el agua está permanentemente en los campos y en algunas ciudades, en Cañada de Gómez escurre en forma violenta y provoca graves daños.
En la Escuela Municipal el grupo de inundados "22 de Noviembre" organizó, por su parte, un concurso denominado "Arroyo, así te quiero yo", donde entregaron distinciones a los mejores trabajos en dibujo y escritura. Al mismo asistió el senador del departamento Iriondo, Norberto Betique, además de autoridades locales.
"Estamos solos en esto, sin los políticos que nos puedan ayudar. Se están peleando por el título que le puede ofrecer ser intendente o senador, y no están viendo la base del problema para hacer una obra definitiva que termine con esta tragedia", dijo el tío de la nena fallecida.
En horas de la noche, el cura de la Parroquia San Pedro, Renaldo Ferrero, ofició una misa recordando a las personas que fallecieron como consecuencia de la inundación. En ese ámbito, se recordó que todavía hay un alto porcentaje de cañadenses que padece el problema en sus efectos económicos y psicológicos.



Dolor y esperanza de que la tragedia no se repita.
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