Fernando Toloza
Intérpretes: Jude Law, Ed Harris, Joseph Fiennes, Bob Hopkins y Rachel Weisz. Género: bélica. Guión y dirección: Jean Jacques Annaud. Duración: 133 minutos. Con la primera guerra del siglo XXI aún en plena ebullición, la Segunda Guerra Mundial puede parecer un juego de niños porque en ella los combatientes sabían quién es el otro, cosa que hoy es apenas una quimera. En la película de Jean Jacques Annaud, el director de "El amante" y "Siete años en el Tíbet", ese conocimiento del otro es la base de la historia, que, según destacó la crítica en distintas partes del mundo, se parece demasiado a un western ambientado en los años 40. Lo mejor de "Enemigo al acecho" es la reconstrucción histórica de la ciudad de Stalingrado, en Rusia, sitiada por las tropas alemanas. Esto da un visión un tanto diferente de lo que fue la Segunda Guerra. Es apenas un tanto diferente porque si bien el director es europeo, todo el equipo de actores y producción es hollywoodense y se sabe que Hollywood ya tiene, desde hace largo tiempo, un enfoque canónico de ese conflicto. La acción se desarrolla en 1942. El lugar es, como se dijo, la ciudad rusa de Stalingrado. El sitio tiene una importancia estratégica, porque si los alemanes logran coparlo pueden conseguir la llave que les dé la victoria de la guerra (aunque para Hollywood cada batalla de sus películas tenía siempre ese privilegio). Los rusos tienen pocos recursos y saben que deberán aprovechar al máximo las habilidades humanas. En ese momento todos descubren al soldado Vassiliv Zaitsev (Jude Law). Es un tirado experto que pone en jaque, él solo, a las tropas alemanes. Ni lerdos ni perezosos los nazis envían a Stalingrado a su mejor francotirador, el mayor Konig (Ed Harris), para que detenga a la pesadilla en que se convirtió Vassiliv. La guerra se transforma en un duelo personal, que tiene la lógica de los enfrentamientos en los westerns y un leve recuerdo de "Los duelistas", la gran película de Ridley Scott basada en la novela de Joseph Conrad. El amor y la amistad también están presentes en el filme, y establecen su particular duelo cuando dos amigos (Law y Joseph Fiennes) se enamoran de la misma chica (Rachel Weisz). Interesante por su indagación histórica y por algunas buenas escenas de la guerra en todo su terror (que recuerdan un poco al inicio de "Rescatando al soldado Ryan), la película es un poco morosa, y contiene algunas intenciones de grandeza que no llegan a plasmarse, por lo cual quedan en el rubro de las pretensiones. Jude Law y Ed Harris no dan todo lo que pueden pero igual es interesante verlos juntos en la pantalla, en un duelo liviano esta vez pero que quizá sea más arriesgado en una próxima oportunidad.
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