Piamonte.- Cinco hombres armados protagonizaron un espectacular golpe en esta ciudad del departamento San Martín -en el centro-oeste de la provincia- donde coparon la comisaría local, asaltaron la sucursal del Nuevo Banco de Santa Fe y se alzaron con un botín que superaría los 220 mil pesos. Los delincuentes emplearon una metodología similar a la de un atraco sucedido hace dos años en la localidad vecina de Landeta.
Todo comenzó alrededor de las 7.45 de ayer, cuando dos individuos se presentaron en la comisaría 6ª y preguntaron por el comisario de la localidad. El oficial de guardia, el sargento Norberto Náñez, los atendió en la recepción y allí fue reducido con armas cortas junto al sumariante Miguel Rodríguez Busán, que se encontraba en otra habitación.
En ese momento la secretaria del juzgado, que está ubicado en un edificio contiguo a la comisaría, llegó hasta allí para hacer una llamada por teléfono y también fue tomada como rehén. Lo mismo sucedió con un canillita, empleado del distribuidor de La Capital, que ingresó a la comisaría para dejar el diario y fue retenido por los delincuentes. Todos fueron maniatados y amordazados con cinta de embalar y alojados en distintas dependencias y en los calabozos.
Mientras dos de los asaltantes se quedaron custodiando a los rehenes, los restantes tomaron todas las armas de la comisaría y despojaron a los empleados de sus dos pistolas 9 milímetros y una ametralladora. Luego se dirigieron hacia el banco ubicado a tres cuadras y media de la seccional. Alrededor de las 8 ingresaron al banco con una carpeta en la que llevaban oculta una pistola, se acercaron a la casilla del custodio y preguntaron por el gerente del banco.
Después le apuntaron con el arma y lo obligaron a dirigirse a la bóveda junto al gerente, Juan Carlos Cappa, quien también fue reducido. Otros tres empleados del banco y dos clientes que realizaban trámites en ese momento fueron forzados a permanecer boca abajo en el piso.
La caja fuerte debía abrirse a las 08.15, pero según el reloj de uno de los asaltantes habían pasado dos minutos de esa hora. Ese retraso ocasionó una serie de amenazas hacia el gerente. Como éste se negó a entregarles las llaves de la bóveda, los asaltantes lo golpearon en la cabeza con una pistola y le mordieron un dedo. El policía también recibió numerosos y violentos puntapiés mientras permanecía atado de pies y manos en el piso de la bóveda.
Cuando finalmente se abrió la puerta de seguridad, los malhechores se apoderaron del dinero en efectivo -más de 220 mil pesos- e intentaron cerrar la puerta dejando al policía y al gerente dentro de la bóveda, pero el agente de seguridad lo impidió al trabar la puerta con el pie.
Con tranquilidad
Los ladrones se dieron a la fuga, pasaron por la comisaría a buscar a sus dos compañeros y huyeron en un Ford Focus gris que habría sido robado el día anterior en la ciudad de Córdoba y que luego abandonaron a unos 10 kilómetros al norte de Piamonte, en jurisdicción de Carlos Pellegrini.
Según el testimonio de un cliente, los delincuentes actuaron a cara descubierta y no perdieron la calma en ningún momento. "Incluso recomendaron que estemos tranquilos. Dijeron que nada nos pasaría si hacíamos lo que decían", contó uno de ellos. Los testigos aseguraron que los asaltantes eran personas jóvenes de entre 20 y 30 años, con tonada cordobesa y que parecían entrenadas para este tipo de atracos.
Los investigadores presumen que los asaltantes habrían escapado por la ruta provincial 66 hacia la provincia de Córdoba. Al cierre de esta edición, peritos de la Policía analizaban las grabaciones de las cuatro cámaras filmadoras del banco para intentar identificar a los delincuentes y examinaban así los rastros y huellas que dejaron en el vehículo abandonado.
En tanto, el jefe de la Unidad Regional XVIII, Raúl Avalo, dispuso un operativo cerrojo del que colaboraban las unidades regionales vecinas y las de la provincia de Córdoba. Interviene en el caso el juez de instrucción de la 6ª Nominación de Santa Fe, Carlos Ferrero.