Año CXXXV
 Nº 49.310
Rosario,
sábado  24 de
noviembre de 2001
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Lo detuvieron sin causa y le dieron una paliza en un calabozo
El padre de uno de los presos fallecidos en Pueblo Nuevo acusó a dos agentes de la seccional 26ª

El padre de uno de los presos fallecidos el año pasado en la peor tragedia carcelaria en la provincia de Santa Fe presentó una denuncia en los tribunales por maltratos y apremios ilegales en contra de policías de la seccional 26ª de Villa Gobernador Gálvez. El denunciante dijo que fue detenido ilegalmente por los uniformados y que en el interior de la comisaría fue sometido a una brutal paliza que le causó traumatismos en distintas partes del cuerpo y un corten el el cuero cabelludo.
Alfredo Odi, cuyo hijo Juan murió el 15 de noviembre pasado junto a doce compañeros de celda en el incendio de la seccional 25ª de esa ciudad, describió lo que vivió como un calvario a partir de ser detenido por la policía sin motivo aparente cuando caminaba por barrio La Esperanza.
El hombre, que trabaja como personal contratado de la Municipalidad de Villa Gobernador Gálvez, relató que todo sucedió el domingo alrededor de las 17. "Iba a visitar a un amigo cuando apareció un patrullero. Me pidieron documentos y como dijeron que estaba tomado, me llevaron demorado a la seccional 26ª", recordó Odi. Según su relato, los uniformados no le dieron ningún tipo de explicación.
Odi remarcó que no posee antecedentes penales. De la calle, el hombre fue a parar a un calabozo junto a otros detenidos. En ese lugar estuvo varias horas hasta que alrededor de las 19, otro hombre alojado allí y que también había sido conducido esa misma tarde, comenzó a reclamar a los gritos que lo dejaran salir.
En esa circunstancia aparecieron dos uniformados que ingresaron a la celda y primero golpearon al hombre que protestaba y luego la emprendieron contra Odi. De acuerdo a lo que trascendió de la denuncia, los agentes portaban garrotes de goma o madera y el castigo duró unos 20 minutos. Odi sufrió golpes en distintas partes del cuerpo. "No sé por qué se la agarraron conmigo, ni siquiera tengo antecedentes penales", confesó Odi.
La paliza fue de tal magnitud que Odi tuvo que ser llevado por dos agentes hasta el Hospital Anselmo Gamen para que le realizaran las curaciones correspondientes. En ese centro asistencial, los médicos le preguntaron qué le había sucedido, pero Odi tuvo que mentirles porque dos policías lo vigilaban de cerca. "Tuve que decir que me caí, porque si decía la verdad no salía nunca más de la comisaría", sostuvo.
Poco después, Odi regresó a la seccional al promediar las 21 del domingo fue dejado en libertad sin que se le diera ninguna explicación o pedido de disculpas si es que se había tratado de una equivocación. Al día siguiente Odi concurrió a los Tribunales Provinciales acompañado por un abogado y radicó una denuncia penal en el juzgado de instrucción de la 9ª Nominación.


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