La pareja entró a la joyería con la supuesta intención de requerir el arreglo de una vieja cadenita de plata que se había cortado. Pero en cuanto el joyero se distrajo, el hombre esgrimió un arma de fuego y sin la menor advertencia le pegó un culatazo en la cabeza. Tanta saña no sirvió de nada ya que el comerciante, que quedó tirado en el piso casi inconsciente, no poseía nada de valor y los delincuentes se pusieron tan nerviosos que decidieron huir. El violento intento de asalto se produjo antenoche en la joyería y regalería ubicada en Mendoza al 5200, en barrio Azcuénaga, zona oeste de la ciudad. El propietario del negocio es Norberto José Kaplan, quien ayer prefirió no hacer ningún comentario sobre el episodio que le tocó vivir. Según fuentes policiales, todo se produjo en escasos minutos alrededor de las 20. A esa hora calle Mendoza presentaba un intenso tránsito de personas y vehículos y en la plaza Azcuénaga, situada a escasos metros del negocio, había una importante cantidad de público. Voceros policiales comentaron a La Capital que un hombre y una mujer de entre 30 y 35 años llegaron a la joyería en una camioneta que sería marca Ford 350. El rodado quedó estacionado a pocos metros de la entrada. La pareja ingresó al local y se mostró interesada en la reparación de una vieja cadenita de plata. "Cuando el joyero tomó la pieza y la empezó a examinar, el hombre sacó un arma plateada que sería calibre 32 y le apuntó directamente a la cabeza", dijo un vocero de la Unidad Regional II. Los ladrones entonces pidieron el dinero, pero al parecer el comerciantes les dijo que no tenía nada en efectivo. Fue entonces cuando el delincuente le aplicó un fuerte culatazo en la cabeza. El comerciante cayó al piso, obnubilado por el golpe, y los delincuentes comenzaron a revisar cajones y estanterías. Pero al parecer no encontraron nada de valor y ante el temor de que algún testigo haya llamado a la policía decidieron escapar. Una fuente policial, citando datos aportados por testigos, consignó que la camioneta salió por Mendoza y giró por el pasaje Tossi en contramano, es decir en dirección al sur. Los patrulleros del Comando Radioeléctrico y de la seccional 14ª llegaron a los pocos minutos, pero los delincuentes ya habían desaparecido. Un allegado a la investigación comentó que existe una descripción bastante precisa de los ladrones, pero evitó ofrecer detalles por el secreto de sumario. Mientras tanto, Kaplan ayer a la mañana manifestó que no iba a formular declaraciones. El comerciante se mostró muy nervioso por el trance que vivió y en tono cortés, pero firme, le dijo a La Capital que no hablaría.
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