Después de casi un año y medio de estudio, el Consejo de la Magistratura resolvió suspender al juez federal Luis Leiva y le inició un proceso de destitución que se definirá en el transcurso de los próximos seis meses. Además, ayer aparecieron signos en Buenos Aires de que también se está enrareciendo el frente judicial donde Leiva es investigado por dos ilícitos: un presunto pedido de coima al empresario Raúl Moneta y la supuesta importación ilegal de maletines.
Pero las penas no son sólo de Leiva. Ayer también comenzaron los dolores de cabeza para los camaristas federales Luis Miret, Alfredo López Cuitiño, Julio Petra y Otilio Romano, a quienes la Magistratura decidió empezar a investigar en virtud de las numerosas denuncias que aparecieron en contra de ellos durante el proceso a Leiva.
Este breve panorama resume los puntos salientes de lo que fue el peor día para varios jueces federales de larga trayectoria en Mendoza. Todo pasó a más de mil kilómetros de sus casas: las acusaciones de mal desempeño que pesaban contra de Leiva, y que ahora extienden su sombra sobre varios camaristas mendocinos, fueron avaladas en general por 11 de las 15 personas que se reunieron en el cuarto piso de los Tribunales de Capital Federal para celebrar la reunión plenaria del Consejo de la Magistratura.
La votación
Votaron a favor del juicio político contra Leiva los diputados nacionales Miguel Pichetto y Lelia Chaya, los senadores nacionales Augusto Alasino y José Romero Feris, los jueces Margarita Gudiño de Argüelles, Javier Fernández Moores y Bindo Caviglione Fraga, los abogados Mario Gersenobitz, Fermín Garrote y Eduardo Orio (quien, por presidir la sesión, debió adherir al voto de la mayoría), y al académico Juan Gemignani.
En tanto, los cuatro consejeros que pidieron absolver a Leiva fueron el juez Claudio Kiper; el representante del Poder Ejecutivo de la Nación, Alfredo Vítolo; el senador nacional Horacio Usandizaga y el académico Humberto Quiroga Lavié.
El contundente fallo del Consejo de la Magistratura es el prólogo de una nueva novela, que es la del Jury de Enjuiciamiento. En este proceso nuevamente se tomarán decenas de testimonios y Leiva tendrá la última oportunidad de defenderse y de presentar pruebas que convenzan de su inocencia.
A diferencia del extenso juicio de la Magistratura, ahora sí se puede calcular cuándo terminará la historia: el Jury deberá expedirse dentro de los próximos 180 días, sólo a favor de la remoción o de la absolución del magistrado cuestionado.
El cuerpo colegiado que tendrá en sus manos el futuro del juez mendocino se compone de nueve miembros (tres jueces, tres abogados, un senador y un diputado) y está presidido por el vicepresidente de la Corte Suprema de la Nación, Eduardo Moliné O'Connor.
Futuro negro
A juzgar por las declaraciones que hicieron ayer algunos consejeros, las chances de Leiva en este nuevo juicio son pocas, y su futuro es cada vez más negro. Así quedó demostrado, por ejemplo, en las palabras del propio juez Kiper, que hasta ayer fue uno de sus más tenaces defensores. Con tristeza y gestos de abatimiento, Kiper admitió después de la sesión que cree que este es el fin de la carrera judicial de Leiva ya que considera que los miembros del Jury serán hostiles con el magistrado.
En el mismo tono de lamento, Kiper también vaticinó que el dictamen acusatorio que aprobó la mayoría de los consejeros de la Magistratura abre una temporada de tormentas para varios de los camaristas que ocupan despachos en los Tribunales Federales mendocinos.
La Ciudad
