La reacción del médico que asesinó al gerente de la Asociación Española "puede ser considerada desde el punto de vista clínico como un pasaje al acto, en el que el sujeto está en un estado de fuerte persecución interna que lo impulsa a eliminar al perseguidor", señaló el psicoanalista Luis Giunipero, titular de la cátedra Estructura Psicológica Individual del Sujeto III, de la Facultad de Psicología de Rosario. Después de aclarar que no podía hablar específicamente sobre el médico en cuestión "porque antes tendría que escucharlo y si lo hiciera incurriría en una falta ética", Giunipero advirtió que "la víctima de este tipo de ataques puede ser cualquier persona; el sujeto está en un estado que podemos señalar como de «locura» y aparece alguien que hace semblante de perseguidor". El pasaje al acto "está preparado por situaciones que lo van predisponiendo y por una que actúa como desencadenante". Consultado sobre el concepto de emoción violenta, Giunipero agregó que "es un concepto del campo de lo jurídico y que del lado de la psiquiatría aparece como un estado de conmoción subjetiva, que implica a veces la abolición de la capacidad de pensar". En ese marco, "la responsabilidad de persona se atenúa, lo que no quiere decir que no deba pagar por su acto". En ese sentido, el psicoanalista destacó que "los seres humanos deben asumir sus actos y arreglar la cuenta, pagar la deuda, es decir: el sujeto debe dar razones, decir como paga esa deuda que contrae con la sociedad. Porque matar a una persona es quedar en deuda con la sociedad en su conjunto".
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