El médico Eduardo Fridman volvió a guardar silencio ayer al ser citado por el juez Carlos Carbone para ampliar su indagatoria por el crimen del gerente de la Asociación Española de Socorros Mutuos, Claudio Zampol. Aunque decidió abstenerse de declarar, el profesional se mostró distendido y hasta risueño, e incluso comentó que se encuentra "bien atendido" en la comisaría 2ª, donde está preso desde el lunes pasado. Ese día, el médico concurrió como lo hacía habitualmente a su consultorio de la Asociación Española, donde trabajaba desde hacía 30 años. A las 9.30 el gerente de la entidad, de 43 años, lo citó para anunciarle que al día siguiente sería suspendido por dos semanas debido a que una socia había presentado una queja por malos tratos en su contra. El médico regresó a su consultorio y atendió a sus pacientes. Dos horas más tarde regresó al despacho del gerente y le anunció a su secretaria que había "olvidado decirle algo" a Zampol. Ingresó a la oficina y le efectuó un disparo a la cabeza con su arma calibre 38. El proyectil ingresó por el ojo derecho de Zampol y le atravesó el cráneo. Fridman fue detenido poco después en un bar ubicado a media cuadra del lugar del crimen, mientras que el gerente falleció luego de 30 horas de agonía. Ayer el médico se presentó nuevamente en los Tribunales provinciales para ampliar su declaración indagatoria, ya que al fallecer el gerente la carátula de la causa pasó de ser intento de homicidio a homicidio simple. Aunque se abstuvo de declarar por consejo de su nuevo abogado, Luis Laporte, Fridman no permaneció en un completo silencio durante su breve paso por el juzgado. El profesional se permitió bromear ante el juez y dejó en claro que se encontraba "muy bien" en su lugar de reclusión, según trascendió de fuentes judiciales. Mientras tanto, el magistrado aguarda el resultado del examen que está realizando al imputado una junta médica integrada por dos psiquiatras y un médico forense, además de una pericia practicada a una bolsa de nylon hallada por la policía en el lugar del crimen. Los investigadores sospechan que Fridman disparó el arma sin retirarla de esa bolsa, ya que la misma tenía un agujero y manchas negras en su interior. Sin embargo, los primeros informes de un médico policial y otro forense que llegaron al despacho del juez Carbone indican que Fridman era consciente de sus actos en el momento de efectuar el mortal disparo. Por su parte, el abogado Laporte, que ayer asumió la defensa del médico, señaló a este diario que "todavía no estaba en condiciones de definir la estrategia" que asumirá en el caso "porque todavía no conozco en profundidad la causa". -¿Va a sostener que Fridman actuó bajo un cuadro de emoción violenta en el momento del hecho? -En este momento no estoy en condiciones de responderlo.
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