Teherán. - Teherán aguarda la reunión del ministro de Relaciones Exteriores británico, Jack Straw, y de su colega en el gobierno afgano Abdullah Abdullah (vocero de la Alianza del Norte y de Burhanuddin Rabbani, el presidente reconocido por la ONU), con lo que la capital iraní vuelve a ser el punto de reunión de la diplomacia como antes de los bombardeos norteamericanos a Afganistán. Después de 22 años de relaciones tensas, que llegaron incluso a la ruptura en 1989 por la situación generada en torno del escritor indio Salman Rushdie (condenado a muerte por una fatwa del gobierno de Irán), Straw fue el primer jefe de la diplomacia británica que pisó el Irán posterior a la revolución de 1979, a fines de septiembre de 2001. Ahora regresa a poco menos de dos meses, subrayando "la extrema importancia de mantener un diálogo" con la República islámica en esta fase de la crisis afgana. Después de Irán, el ministro de Relaciones Exteriores británico proseguirá hacia Pakistán. Tanto a los dirigentes iraníes como a los paquistaníes les subrayó ayer, antes de dejar Londres, que han dado pruebas en las últimas semanas de "una gran capacidad de estadistas". Irán y Pakistán fueron los países más cercanos, respectivamente, a las dos realidades que se enfrentan hoy en Afganistán: Pakistán estuvo de parte de la etnia mayoritaria pashtún e Irán del lado de la etnia tayika y hazara, de religión musulmana shiíta. Pakistán apoyó a las milicias talibanes, integristas musulmanes sunnitas que siempre fueron enemigos del Irán shiíta. Teherán, por su parte, estuvo al lado de la Alianza del Norte donde un papel de primer plano les correspondió a los tayikas de Rabbani y del difundo comandante militar Ahmad Shah Massud, y a los hazara mayoritarios en el centro del país. La desaparición de los rencores entre Irán y Pakistán aparece ahora como el presupuesto esencial para encontrar una solución al futuro de Afganistán. Por el momento, el mayor misterio rodea el programa de la visita de Abdullah, también la segunda que hace a Afganistán en las últimas semanas. Como Straw, se encontraré con el ministro de Relaciones Exteriores iraní Kamal Kharrazi, pero no está claro qué otras conversaciones mantendrá y sobre todo si las discusiones serán en un nivel bilateral. La redefinición de los equilibrios estratégicos en la región centroasiática ofreció la oportunidad al frente reformista de Irán para tratar de acelerar la evolución en la política interna y externa. (Ansa)
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