Kabul e Islamabad.- Los cuerpos de los cuatro periodistas asesinados en una emboscada en el este de Afganistán fueron recuperados ayer y trasladados a la ciudad de Jalalabad, a 150 kilómetros de Kabul, desde donde serán embarcados hacia sus respectivos países. Así lo consignó el embajador de Italia en Pakistán, quien precisó que los cadáveres habían sido recibidos en un hospital. El asesinato de los periodistas, que fueron apedreados y fusilados en una cuneta por un grupo de seis personas armadas, continuó ayer provocando estupor en todo el mundo. Los reporteros fueron dominados por asaltantes que emboscaron la caravana en que viajaban y los hicieron descender de sus furgones. Enseguida los lapidaron y acabaron por acribillarlos a que marropa, disparando a la cabeza y abdomen, con fusiles Kalashnikov. Este suceso elevó a siete el número de corresponsales extranjeros muertos durante la cobertura de la guerra en Afganistán. Quienes resultaron víctimas de la emboscada eran el camarógrafo australiano Harry Burton, de 33 años, y el fotógrafo nacido en Afganistán Azizullah Haidari, también de 33, ambos de la agencia Reuters; el corresponsal español Julio Fuentes, del diario madrileño El Mundo, y la periodista italiana Maria Grazia Cutuli, del vespertino Il Corriere della Sera. Los cadáveres fueron identificados ayer por colegas en Jalalabad. Un jefe talibán capturado por tropas de la Alianza del Norte, Sami Urda, acusó a un "grupo de árabes" por el asesinato de los hombres de prensa. En tanto, el embajador italiano, Gabriele de Ceglie, indicó que los restos mortales de los periodistas serán trasladados, para ser enviados hoy a sus respectivos países, por tierra hacia la ciudad paquistaní de Peshawar. La Federación Internacional de Periodistas (FIP) pidió ayer a los reporteros que se encuentran en territorio afgano que extremen las medidas de seguridad. "Buena parte de Afganistán es en este momento un país de bandidos", dijo en Bruselas el secretario general de la FIP, Aidan White. "Los periodistas deben tomar medidas de seguridad suplementarias, para estar seguros de estar custodiados; pero incluso con guardias armados están en riesgo, a causa de la naturaleza irregular de las fuerzas presentes en el país", señaló White. Haidari nació en Kabul pero había pasado la mitad de su vida como refugiado en Pakistán, donde comenzó a trabajar para Reuters, donde se convirtió en fotógrafo. Haidari había expresado su deseo de volver a la ciudad que no había visto durante 20 años. Tenía una esposa paquistaní, un hijo y una hija. Burton, un australiano de Brisbane que comenzó a trabajar para Reuters como camarógrafo hace unos 20 meses, se había labrado un nombre en Timor Oriental, cubriendo la violencia que arrasó a la ex colonia portuguesa, que resolvió escindirse de Indonesia, en 1999. Fuentes, de 46 años, había cubierto conflictos desde El Salvador hasta Bosnia y Chechenia como corresponsal especial para el diario El Mundo, al que se incorporó hace 12 años. Su esposa es otra periodista del matutino madrileño. Cutuli, de 39 años, nació en Catania, Sicilia, y comenzó a trabajar para Il Corriere della Sera en 1997, luego de mudarse a Milán hace 10 años. Tres corresponsales occidentales habían muerto hace una semana en el noreste afgano, cuando fuerzas del Talibán emboscaron a combatientes de la opositora Alianza del Norte. Los corresponsales radiofónicos franceses Johanne Sutton, de 34 años, y Pierre Billaud, de 31, y el alemán Volker Handloik, de 40, un periodista independiente, iban sobre el techo de un vehículo blindado para transporte de tropas cuando fueron atacados. (Reuters-DPA)
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