Nueva York. - Más de una docena de grupos afganos armados, partidos políticos y corrientes étnicas y religiosas en parte aliadas y en parte enemigas acérrimas tendrán que acordar en Berlín, bajo auspicio de Naciones Unidas, la conformación de un gobierno de transición: La Alianza del Norte (que representa una minoría de la población), tiene como principales componentes a: Jamat-i-Islami: a esta organización pertenece gran parte de los líderes de la Alianza, que en su mayoría son tayikos o uzbekos. Entre ellos el jefe militar de la Alianza, general Muhammed Fahim Jan, quien ocupó el cargo tras el asesinato en septiembre de Ahmed Shah Massud. También el presidente afgano expulsado en 1996 por los talibán, el tayiko Burhanuddin Rabbani, pertenece a esta organización y, de hecho, la fundó en 1967. El también tayiko Ismail Khan, conocido como el "León de Herat", ha vuelto a ocupar el cargo de gobernador de esta ciudad occidental afgana. Se espera que el ministro del Exterior de la Alianza, Abdullah Abdullah, establezca el equilibrio entre los diferentes grupos . Hezb-i-Wahadat: esta organización, en la que predominan shiítas y miembros de la etnia hazara, está liderada por los comandantes Hadji Mohammad Muhaqeq y Mohammed Karim Jalili, que cuentan con sus propias milicias. Tienen influencia sobre todo en la norteña ciudad de Mazar-i-Sharif y cuentan con el apoyo de Irán. Independientes aliados con la Alianza: Hadji Abdul Qadir: está considerado un hombre de poder independiente en el seno de la Alianza. El ex gobernador de Jalalabad (1992-96) ha recuperado el poder en esta ciudad oriental afgana. Como gobernador, este pashtún permitió en su momento a Osama Bin Laden alojarse en la ciudad. Ittihad-i-Islami: esta pequeña agrupación pashtún en el seno de la Alianza está liderada por el fundamentalista sunnita Abdurrab Rasul Sayyaf. Se dice que su influencia se debe a las ayudas financieras que recibe de Arabia Saudita. Yunbish: el líder de esta fuerte organización militar de la Alianza del Norte es el general uzbeko Abdul Rashid Dostum, que arrastra una fama de gran crueldad por crímenes cometidos durante la guerra civil en Afganistán de la década pasada. En sus tropas se unen ex comunistas, uzbekos y algunos hazaras y tayikos. Fuera de la Alianza del Norte: las agrupaciones que no se enmarcan en la Alianza del Norte están lideradas principalmente por autoridades religiosas y militares de los pashtunes. Gulbuddin Hekmatyar: ex primer ministro del gobierno de Rabbani, a pesar de haberse enfrentado a él antes y después de ocupar ese cargo, está considerado el señor de la guerra más sangriento, desde que sus hordas arrasaron Kabul tras la retirada soviética. Recibe apoyo sobre todo de Pakistán, y su influencia se extiende por la zona pashtún en el sur del país. Hamid Karzai: cuenta con el reconocimiento de muchos ancianos de las comunidades pashtunes. Intentó infructuosamente que los talibán entregaran a Osama Bin Laden. Pir Sayed Ahmad Gailani: es el jefe de la relativamente influyente secta sufí y persigue la imposición de una Constitución de corte islámico. Zahir Shah: al ex rey afgano se le atribuye cada vez un papel más marginal, aunque todavía es muy apreciado por los afganos de más edad. Mullah Naquib: en Kandahar, capital espiritual de los talibán y uno de los últimos bastiones en los que aún luchan sus tropas, el mulá Naquib vuelve a ser tema de conversación. Fue quien entregó sin luchar la ciudad a los talibán, salvando así a su población de un baño de sangre. (DPA)
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