Las líneas de colectivos 119, 121, 122, 123 y 125 dejaron de circular ayer luego de que los choferes resolvieran iniciar una huelga en reclamo de "mejores condiciones en las unidades". Al cierre de esta edición, el secretario de Servicios Públicos de la Municipalidad, Miguel Lifschitz, aseguró que el servicio sólo se había repuesto parcialmente. Hoy la firma pediría la conciliación obligatoria ante la Secretaría de Trabajo de la provincia. El paro comenzó ayer al mediodía. Miguel Páez, delegado del personal, afirmó que la medida se tomó por las "pésimas condiciones de higiene y salubridad en las que están trabajando los choferes. Así no se puede seguir. Tenemos un montón de unidades rotas o fundidas. Desarman un coche para arreglar dos, no compran ni un repuesto. Yo les pido a las autoridades de la Secretaría de Servicios Públicos que vengan y vean cómo estamos trabajando", suplicó. No obstante, el secretario general de la UTA, Manuel Cornejo, reveló que la firma tiene una importante deuda con la obra social. Un dato que corroboró el mismo Lifschitz, quien abundó que tal deuda es de entre 60 mil y 90 mil pesos. Cornejo expresó también su preocupación por el "aparente cambio de domicilio legal" de la prestataria, que "funcionó durante 25 años en Provincias Unidas al 2500. Esto es preocupante y sospechoso, no va a ser la primera vez que una empresa empieza a enajenar sus cosas y de la noche al día desaparece", dijo antes de entrar a una reunión con los empresarios que no sirvió para resolver el conflicto. Sus dichos coinciden con los del delegado, quien manifestó sus sospechas de un vaciamiento de la General Belgrano, a la que -según él- los empresarios no le invierten "un centavo" y la están dejando precipitarse. Lifschitz no se mostró sorprendido por los dichos de los sindicalistas. "La Belgrano es la que está en situación más crítica, tiene una deuda muy grande con el Banco Municipal y otras entidades financieras; es la que peor está en cuanto a mantenimiento de la flota y a prestación del servicio. Pero una actitud intempestiva como la que tomó el personal no contribuye a sacarla a flote, sino todo lo contrario", opinó. Servicios Públicos intimó a la firma a que reponga el servicio a la brevedad, y su secretario advirtió que si no lo hace "se tomarán medidas más drásticas", como la de darles los recorridos a otras empresas. Lifschitz acusó de irresponsables a la empresa y al sindicato, a la primera por no poder resolver un problema elemental como es la deuda con la obra social y al segundo, por empujar a sus afiliados a una medida que perjudica a miles de usuarios por un tema que no afecta directamente ni la fuente de trabajo ni el salario. La medida duró toda la tarde, y recién avanzada la noche Lifschitz informó que el servicio se había respuesto, aunque en menos de un 50 por ciento. La empresa tiene en total 72 unidades, conducidas por 252 choferes.
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