-El viejo Paulino, peronista de la primera hora. Chiche, el hijo, de la nueva era y menemista, ¿que opinás de esa corrientes que se alejó de los orígenes del peronismo?
-Yo soy peronista. No estoy enrolado en ninguna línea interna. Por eso soy un líbero dentro del peronismo. Un agente minúsculo porque no tengo vida, trayectoria, historia. Tengo una actividad social en la ciudad de Buenos Aires porque me interesan algunos problemas y trato de corresponderlos con un grupo de gente que también está interesado en los mismos problemas. El peronismo tiene una concepción de la que no debemos apartarnos. Los que se apartaron han sido señalados por la sociedad, como Menem en un momento determinado. Tengo los mismos sentimientos de mi padre. Y no hay ninguna diferencia con aquel peronismo. Por lo menos en lo que yo siento y en lo que yo desarrollo.
-¿Pero qué cambió del peronismo entonces, se recicló, se aggiornó?
-El peronismo no cambió. Han cambiado los dirigentes. Ha habido dirigentes que han desvirtuado y se han aprovechado de un movimiento mayoritario, engañándolo, no cumpliendo con su palabra, no correspondiéndose con sus promesas. Pero la gente los va a poner a cada uno en su lugar. El pueblo es sabio y sabe a donde enviar a cada uno después de haberles señalado determinado camino y no haberse correspondido con él. Todo aquel que se apartó de las 20 verdades ya tiene el castigo.
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La Ciudad
