Un negocio internacional que crece con la tecnología

Según especialistas, un millón de menores son explotados en el mundo en burdeles, calles y la web

Según especialistas internacionales, un millón de niños en todo el mundo es explotado sexualmente en burdeles, calles y la web. El mercado clandestino comprende la trata de seres humanos, el turismo sexual, la prostitución y la pornografía infantil. La explotación sexual infantil, una "industria" oculta y creciente, es realizada por redes criminales organizadas con el apoyo de los avances tecnológicos.
Este vil negocio está alimentado por la pobreza, la discriminación, leyes débiles, una educación deficiente, bandas del crimen organizado y una demanda insaciable, dijeron ayer organizadores de una conferencia internacional en Budapest.
"Utilizar niños y explotarlos sexualmente para lucrar es uno de los peores actos criminales que se pueden imaginar", dijo Guy de Vel, director de Asuntos Judiciales del Consejo de Europa.
De Vel indicó que la primera conferencia mundial, hace cinco años en Estocolmo, alertó sobre estos asuntos y, como consecuencia, han habido ciertos avances con respecto a leyes más estrictas y cooperación internacional. Pero el funcionario comentó que las redes criminales mejor organizadas y los avances tecnológicos habían superado los esfuerzos para detener los crímenes sexuales contra los menores.
"Hemos sido superados por nuevas tecnologías, el uso más amplio de Internet y por delincuentes que disponen de tecnología moderna y la usan antes que los gobiernos, los tribunales y la policía", sostuvo, y añadió: "Nuestro propósito debe ser de cero tolerancia, pero ningún delito se puede erradicar completamente". Hay muy poca información confiable sobre el comercio sexual con niños e Internet ha agregado una nueva dimensión al mercado clandestino internacional, explicó.
Stephen Woodhouse, de Unicef, exhortó a que se realizara el próximo encuentro ministerial de Yokohama para tomar medidas específicas para detener "este crimen intolerable y despreciable". Además, indicó que "este primer paso tiene que conducir al mejor control de la naturaleza del problema, la magnitud y, en particular, las causas. Después, hay que ver lo que podemos hacer para detener sus causas".
Los delegados que asisten a la conferencia en Budapest solicitaron mejor información sobre la explotación sexual de los niños desde ambos ángulos, es decir, la oferta y la demanda en un mercado creciente y bien organizado, con frecuencia dirigido por grandes círculos de pedófilos. Las bandas criminales con frecuencia usan el comercio sexual infantil para ayudar a financiar otras operaciones, como el tráfico de armas y drogas.
Los planes nacionales para vigilar el progreso de la pornografía infantil deben mejorar su eficacia e implementarse con personal capacitado y presupuesto adecuado, afirmaron varios delegados. Además, propusieron que la posesión de pornografía infantil debe considerarse como un delito mayor para facilitar el trabajo a la policía a la hora de detener a los comerciantes de pornografía que se valen de los chat (cuartos de charla) en Internet para vender sus servicios y sus productos. (Reuters)