Los bonos argentinos se desbarrancaron ayer por los inconvenientes que tuvo el gobierno argentino para obtener un anticipo de desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI). Así, el riesgo país llegó a rozar los 3.000 puntos, para finalmente terminar en 2.961, 201 puntos básicos por encima del viernes pasado. Si bien con un escaso volumen de negocios, la Bolsa copió esa tendencia para caer 1,16%, mientras que los títulos públicos descendían en promedio un 4,47%. El anuncio de que una comitiva del FMI vendrá la semana que viene al país, confirmada en horas de la tarde por el presidente Fernando De la Rúa, una señal de que el organismo multilateral no le soltará la mano al país, llegó tarde y apenas pudo atenuar el violento rumbo de los papeles. En la rueda local pesaba la falta de detalles operativos y legales del canje, mientras que los inversores internacionales achicharraban los títulos argentinos. El precio del bono de referencia llegó a desplomarse un 10 por ciento en el mercado de Nueva York, aunque luego recortó pérdidas para quedar con un retroceso del 3%. El domingo pasado, en una reunión entre Cavallo y el titular del FMI, Horst Koehler, no hubo mayores precisiones en torno a la decisión de anticiparle a la Argentina un desembolso de 1.264 millones que estaba previsto para diciembre. "Cavallo fue a Canadá y volvió a Buenos Aires sin nada sólido que mostrar", dijo Fernando Losada, economista de ABN Amro. "Mucha gente interpretó esto como que Cavallo volvió a casa con las manos vacías, y eso no es una buena noticia", acotó. Con este panorama, el riesgo soberano llegó a soportar un máximo de 2.991 puntos durante el transcurso de la jornada, para finalmente cerrar en 2.961, 201 puntos por encima del cierre del viernes pasado. De este modo, el indicador de JP Morgan llegó a marcar un nuevo record y se despega cada vez más del de Nigeria, que ayer cerró en 1.737 puntos. En la plaza porteña, los bonos y acciones apuntaron hacia una suba moderada en la primera parte de la jornada, pero la presión del riesgo país terminó por desbaratar cualquier atisbo de reacción. En un terreno muy resbaladizo las acciones líderes o de mayor movimiento diario en la Bolsa quedaron 0,68% abajo, según el índice Merval. Fue otra jornada signada por la escasez de negocios, ya que el volumen sumó apenas 5 millones de pesos, al tiempo que el balance determinó 19 alzas, 10 bajas y otras 7 firmas sin cambios. La atención en todos los mercados se focalizará esta semana en el grado de adhesión que tenga la operación de canje de bonos para reestructurar la deuda. Todos coinciden en que la suerte de los papeles estará sujeta al canje que se inició ayer y que involucra 79 títulos por un monto de 63 mil millones de dólares. En el mercado de dinero, la tasa interbancaria fue de 40 por ciento en pesos y de 30 por ciento en dólares, en ambos casos por un día. En el caso de los plazos fijos, se realizaron sólo renovaciones, porque los bancos se resistieron a convalidar esos tipos de interés. En cambio, los mercados de referencia mostraron ayer una tendencia alcista, incluido Brasil. Nueva York cerró con subas por las noticias sobre la campaña militar en Afganistán, la recuperación económica y la conformación del tercer conglomerado petrolero y gasístico de los EEUU, tras la fusión de Phillips Petroleum y Conoco.
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