-¿Y con el Mercosur en qué punto están las negociaciones? -Hay una resolución del 2000 que dice que los países del Mercosur para el 31 diciembre de 2001 deben tener un conjunto de reglas claras de comercio con México. Estamos trabajando y hemos avanzado en algunos sectores, como el automotriz. Pero creo que podríamos hacer más. Creo que la próxima visita del presidente Fox más las conversaciones de los países ABC (Argentina, Brasil, Chile) más México puedan desentrampar la negociación, que ha tenido sus altas y bajas. Aún sin acuerdo, México importa de los países del Mercosur poco más de 3.000 millones. Entre 1999 y 2000 las exportaciones mexicanas aumentaron 940 millones, y sin acuerdo. México es el principal importador de leche en polvo y Argentina es un gran productor. Se había parado la importación por la aftosa. Vino una misión veterinaria y se están reabriendo 30 lecherías argentinas exclusivamente para exportar a México. Y todo esto sin acuerdo de libre comercio. También importamos 5000 millones de aceites y grasas y Argentina es un gran productor de oleaginosas. ¿No podríamos estar importando más en este rubro? Claro que sí. Ahora importaremos peras de Río Negro, todas las que puedan vendernos. Podríamos hacer más cosas, lo que me gustaría es no negociar producto por producto. Por eso necesitamos un buen lobby de argentinos a favor de una buena negociación entre Mercosur y México. Y en esto estamos trabajando, con la venida de Fox, con la creación de un grupo empresario argentino-mexicano muy importante. Hay más de 70 empresas mexicanas en Argentina, algunas muy importantes, como Bimbo (panificadora), que tiene la planta más importante fuera de México en Argentina, que emplea argentinos, con gerentes argentinos, con harina argentina. Esto es lo que hay que favorecer. Hay muchísimos nichos de mercado. Pero necesitamos reglas de carácter universal. Si todo esto fuera institucional sería mejor. Hay que institucionalizar y normalizar.
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