Daniel Leñini
Documentos oficiales a los que accedió este diario confirman la muerte de 61 animales sobre 230 que fueron derivados, en 1998, desde el cerrado zoológico municipal a distintas reservas ecológicas del país como Florencio Varela, Luján, Córdoba, Mendoza, Chubut y Sunchales. Pero además, dos veterinarios que actuaron tres y seis años en el ex zoo -Graciela Folis y Alejandro Traquia- denunciaron la desaparición de 450 tortugas de tierra y de laguna que habían sido llevadas al Bosque de los Constituyentes, en el noroeste de la ciudad, atrás del Carrefour. Y la muerte de 25 lagartos ovejeros "sobre los que nunca nadie volvió a informar". En resumen, de 865 ejemplares que vivían en el parque Independencia hasta que el Zoológico fue cerrado hace tres años para construir el Jardín de los Niños, cerca de 540 (más del 60 por ciento) se habrían perdido. Los papeles oficiales a los que hace mención La Capital componen el informe que la Subsecretaría de Promoción Social giró a los Tribunales en la causa entablada por ex Guardazoos -aquellos jóvenes que se encadenaron apenas se produjo el cierre- contra la Municipalidad. Ya fueron procesados dos funcionarios, Guillermo Pérez Gimeno y Analía Civetta, por violación a la Ley Sarmiento de protección de especies. Los documentos, firmados por Pedro Pavicich, el subsecretario, mencionan por ejemplo que de los "27 ciervos trasladados en buen estado sanitario a la reserva faunística silvestre de Sunchales" murieron seis; por "traumatismos" en un caso, "shock quirúrgico" en otro, "ingesta de sorgo granífero", "neumonía", "ingesta de bolsa de nylon" e "ingesta de maleza tóxica". A la Fundación Ecológica de Luján (Felu) dice que llegaron 41 animales de los cuales murieron 14, entre ellos un águila mora por daño cerebral, un pecarí por parasitismo, una lechuza por desnutrición, cinco lechucitas de vizcachera, una comadrejita de la virgen por decaimiento y un gavilán por traumatismo. Pero luego, al ser trasladados de Luján a Mendoza, otras nueve muertes sobrevinieron: tres pecaríes, dos jotes y un zorro de monte. Y menciona que tres de los cuatro monos caí escaparon. En Aerorutas, concesionaria del Zoológico de Córdoba, fueron alojados un águila mora, un aguilucho colorado y un mono tití; este último "murió por nefritis crónica". En el Parque Ecológico Florencio Varela, donde fueron 135 animales, fallecieron más de 20 pecaríes. A esta institución la Municipalidad de Rosario le paga 5.000 pesos por mes por el cuidado y la alimentación de los animales. El informe también hace mención a lo sucedido en el anexo del Imusa (Instituto Municipal de Salud Animal) que se habilitó en lo que fue un basural cerca del límite con Pérez y que en su momento mereció la condena de Greenpeace. Allí, donde quedan nueve animales, confiesa que las bajas fueron seis: tres osos pardos (Berta, Sorpresa y Mirta) y tres monos carayá (Malena, Chango y Tyson). El veterinario Alejandro Traquia, especializado en reptiles que trabajó ad honórem tres años en el zoológico, aseguró que "se perdieron los 25 lagartos overos que había y sobre los cuales ningún funcionario volvió a informar. Algunos de ellos fueron arrasados por las topadoras que entraron al zoológico". El profesional contó que también desaparecieron las tortugas de agua dulce, "entre 110 y 120, que fueron trasladadas al Bosque de los Constituyentes y que pertenecían a especies casi amenazadas de extinción: Acantochelys spixi y Trachemis scripta dorbignyi". "Lo mismo sucedió con las tortugas de tierra, cerca de 300: o salieron del perímetro del bosque, o fueron atacadas por los perros, o murieron porque en el bosque hay coníferas y esas hojas les resultan ácidas y perjudiciales", remató el especialista.
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