Año CXXXV
 Nº 49.303
Rosario,
sábado  17 de
noviembre de 2001
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Schroeder logró el apoyo parlamentario y Alemania enviará soldados
El canciller jugó fuerte y vinculó la decisión con un voto de confianza que ganó por mínimo margen

Berlín. - El canciller alemán, Gerhard Schroeder, obtuvo el voto de confianza del Parlamento y de esa manera podrá disponer la participación de 3.900 soldados alemanes en la guerra en Afganistán. En su intervención ante la cámara baja, el canciller dijo que había decidido "conscientemente" vincular la misión militar al voto de confianza (mecanismo de régimen parlamentario que, si es negativo, hace caer al Ejecutivo), pues "un canciller sólo puede ejercer su cargo si él mismo y su programa cuentan con la confianza y el apoyo de los miembros del legislativo".
Schroeder obtuvo el voto de confianza por un ajustadísimo margen, ya que mientras todos los diputados de su partido socialdemócrata votaron a favor de la resolución, cuatro diputados de su socio, el Verde, lo hicieron en contra. De esta manera obtuvo el respaldo de 336 diputados, es decir solamente dos más que la mayoría absoluta. En un principio, fueron ocho los diputados verdes contrarios a la misión militar, pero tras ligar Schroeder ese asunto al voto de confianza a su gestión, el socio menor decidió no poner en peligro la coalición y apoyar la moción de confianza.
La oposición formada por democristianos, liberales y poscomunistas votó en contra y en total participaron en la votación 662 de los 666 diputados con los que cuenta el Parlamento. Aquí sucedió al revés que con los Verdes: democristianos y liberales querían apoyar la misión militar, pero al vincularse con la moción de confianza, los dos partidos decidieron retirar su respaldo.
"Mártires" ingleses. Cinco musulmanes británicos que habían ido a Afganistán para combatir junto a los talibán murieron a manos de las tropas de la Alianza del Norte, informó el diario londinense Evening Standard. Los cinco hombres habían sido reclutados por la filial de Londres del grupo extremista Al Muhajiroun, que difundió los nombres de tres de ellos (Abdul Salim, de 25 años, londinense, Zulfikar Ahmed, de 28 años, de Leicester, y Abu Wahid, de 26 años, de Crawley) y los definió como "mártires".
Grabaciones del vuelo 93. La red televisiva norteamericana ABC transmitió fragmentos de las grabaciones de las comunicaciones en el vuelo United Airlines 93, el avión que iba rumbo a Washington y cayó en Pennsylvania. El vuelo UA93 probablemente estaba destinado a caer sobre la Casa Blanca o el Capitolio, pero una revuelta de los pasajeros a bordo hizo perder a los terroristas el control del aparato. En las grabaciones se oye la voz de un piloto que grita, presumiblemente contra los terroristas que entraron en la cabina: "Fuera de aquí, fuera de aquí". Según contó una asistente de vuelo en un llamado telefónico antes de que el avión cayera, los pilotos fueron inmediatamente degollados y los terroristas ocuparon su lugar. Poco después uno de los secuestradores, tal vez el piloto Ziad Jarrah, un libanés de 32 años, se comunicó con los pasajeros: "Señoras y señores, aquí el comandante, por favor permanezcan sentados. Sigan quedándose sentados, hay una bomba a bordo", intentando hacer creer que volverían al aeropuerto. Pero los pasajeros, que se habían comunicado por sus teléfonos celulares con sus familiares, se enteraron de lo ocurrido en el World Trade Center y decidieron sacrificarse y hacer caer el avión.
Protestantes y católicos divididos. El Consejo de Iglesias de Estados Unidos hizo un llamado para poner fin a los bombardeos sobre Afganistán. La Asamblea General del Consejo de Iglesias Nacional, compuesta de 36 iglesias protestantes y ortodoxas , expresó también su preocupación por "el creciente número de gente detenida por posible conexión con actividades terroristas". En contraste, por votación de 167 a 4, los obispos católicos estadounidenses proclamaron que apoyaban el derecho de EEUU a usar las armas contra el terrorismo. No obstante,se subraya que esto debe estar acompañado de una política que alivie la pobreza, detenga los abusos de los derechos humanos.



El alemán sonríe. Diputados del SPD lo aplauden de pie.
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