Mauricio Maronna
Carlos Reutemann sigue sin apretar a fondo el acelerador. No se mueve un ápice de su habitual estrategia discursiva al sostener que las presidenciales del 2003 quedan allá lejos y falta tiempo, aunque no deja de leer con lupa los movimientos de sus potenciales adversarios en la interna. "No tengo estructura ni poder económico", sostiene el gobernador a la hora de justificar que el auto siga en boxes, aunque, en verdad, sus dotes de tiempista le dictan que no es momento de postulaciones. En una extensa entrevista con La Capital, el Lole repasó todos los temas de la actualidad política, hizo un mapeo de la realidad peronista y advirtió sobre la reaparición en escena del ex presidente Carlos Menem: "Cuando lo liberen se largará a caminar con todo. Para frenarlo, habrá que ponerle la Muralla China". -¿La política se convirtió en una trituradora? De la Sota y Ruckauf cayeron en las encuestas. -Con una mano en el corazón les digo que al tema político no lo sigo mucho, sinceramente... Estoy viendo como se destruye entre sí la dirigencia; en un segundo todos nos vamos al bombo. Unos antes, otros después, pero la política se convirtió en una máquina que anda así: "Taca, taca, taca... Y cuando te agarra, ¡trac!". ¡Impresionante! Ruckauf y De la Sota están atentos a todos los movimientos, quién cae, quién sube. La maquinaria que tienen es un infierno. Pero nadie tiene comprado el futuro. Miren lo que le pasó a Patricia Bullrich... Parecía que era la superministra y ¡pac! -¿Lo sorprendió la renuncia? -Era la niña mimada del gobierno, ¿o no? Se fue, y dentro de una semana nadie sabrá quién es. -En el 99 usted decía que no se podía hablar de las presidenciales porque la gente tenía otras urgencias, pero estamos en el 2001 y la situación es peor. ¿Cuándo va a decidir si será candidato? -Hasta que el país no tome el perfil del desarrollo y del crecimiento; lo demás pasa por el costado. Tal vez me equivoque, porque otros ya largaron la carrera. El PJ tiene muchos candidatos: Ruckauf, Duhalde, De la Sota, Menem, Kirchner, Rodríguez Saá, Puerta... Las elecciones no están cerca, no es como alguien alguna vez me dijo: "Largate y después vemos qué hacemos". Es exactamente al revés. -Eso se lo dijo Menem en enero del 99, cuando le pidió que sea candidato presidencial. -Sí, se charló. "Vamos, ganamos y después vemos qué hacemos", dijo. Pero hay que ponerle sentido común a la realidad. -El riesgo es largar tarde. -Y sí, puede ser. -Aunque ninguna de sus acciones parecen guiadas por el arrebato. -No, algún día me puedo equivocar. Cuando siempre se toma la curva a 340 kilómetros hay riesgo de despiste. Uno no acierta todas... -Bueno, algún gobernador se "comió" la curva. -(Sonríe). Para ser candidato a presidente se necesitan otras cosas que están fuera de la política y que yo no tengo: una gran estructura y poder económico. -¿No tiene? -No tengo poder económico, ¿o ustedes creen que sí? -Dicen que está reuniéndose con empresarios. -Si algo no me dio la política es poder económico, ponga las manos en el fuego por eso. -¿Cómo tomó el congreso que armó Duhalde para desplazar a Menem? -Duhalde sabía de la decisión que se producirá el próximo martes (por la inminente liberación de Menem). La gente tiene la cabeza en otra cosa. Duhalde dijo que podrían concurrir los gobernadores que no tuviesen dificultades en sus provincias, abriéndoles la puerta a Rodríguez Saá y Kirchner. Yo le dije a Duhalde que no era momento de hacer el congreso, aunque él tiene todo el tiempo disponible. Duhalde no tiene una tarea ejecutiva, no está en el campo de batalla. -¿Cómo repercutirá la liberación de Menem en la interna? -Se largará a caminar con todo. Para frenarlo a Menem habrá que ponerle la Muralla China. Menem es un hombre de lucha, batallador, pasó las mil y una... No va a aflojar un milímetro. -¿Por qué no lo fue a visitar a Don Torcuato? -No hubiese podido hacer nada por él, yo tuve una buena relación desde lo profesional. Si algo no le falta a Menem es afecto. Además, hay varios que no fueron... Pero tengo mucho respeto por Menem, es el político que tiene más capacidad de aguante al castigo, porque le pegaron y le pegarán por los siglos de los siglos y desde todos lados. Hay que aguantar eso... -Usted decía en el 99 que De la Rúa tenía que hacer todo mal para no ser reelecto. ¿Hizo casi todo mal? -Hizo casi todo mal, hasta ahora... Pero ¿y si remonta? Tenemos que tener un poco de optimismo, seguir descendiendo sería terrible. -¿Está de acuerdo con que el peronismo ocupe la presidencia provisional del Senado? -Ahí existe una gran responsabilidad del gobierno: el que renunció y dejó la silla vacía fue Carlos Chacho Alvarez. Es un lugar a ocupar, aunque al presidente le gustaría tener las espaldas cubiertas con alguien de su partido. Pero a De la Rúa yo no lo voy a empujar al abismo, de lo contrario las posiciones serían mucho más duras. Lo ideal sería que el peronismo unifique posiciones en el Senado.
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