¿Existe en este hogar alguna persona descendiente o perteneciente a un pueblo indígena?, ¿Hay alguien sordo, mudo o con otra discapacidad?, ¿Cuál es el material predominante de los pisos y paredes?, ¿Tiene agua?, ¿En su trabajo le descuentan para jubilación? Estas son algunas de las preguntas incluidas en la planilla del Censo Nacional de Población 2001. Por lo tanto, son parte del cuestionario que formulará el encuestador en cada uno de los hogares. Y los interrogados deberán responder con sinceridad ya que, según advirtieron desde el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec), si el "agente advierte que se indican datos falsos, deberá anotar lo que ve y no la respuesta errónea".
Si bien no todos los integrantes de la familia tienen que estar en su hogar en el momento de la entrevista, la persona que reciba al censista deberá responder por cada uno de los ausentes. "Si por alguna eventualidad alguien se tiene que ir de su casa porque cumple una tarea o servicio, los que se quedan deben saber que tienen que informar por él", explicó la directora de difusión del Indec, Noemí Muchnik.
Además de la ubicación geográfica del hogar y los datos personales de las personas que pasaron la noche de ayer y hoy en cada casa, el censista preguntará otras cuestiones que tienen que ver con la vivienda, ocupación, estudios, edad, sexo, situación conyugal y cobertura médica de las personas de ese hogar.
El encuestador no puede indagar el apellido, número de documento ni la empresa en la cual trabaja el censado, si es que tiene empleo. Esas son tres preguntas que no debe responder el interrogado.
Uno por uno en la familia
Los censistas tomarán nota en planillas que constan de 16 páginas. La primera tiene que ver con la lista de personas que pasaron la noche en ese hogar: en detalle se preguntará el nombre, la relación de parentezco de cada persona con el jefe o jefa de familia, y si en el hogar existe alguna persona que se reconozca descendiente o perteneciente a un pueblo indígena. En caso de que esta última respuesta sea afirmativa, deberán detallar a qué pueblo.
El censista también interrogará si en la casa hay alguna persona sorda; muda; ciega; que le falte o tenga atrofiados brazos, manos o piernas; con retardos o problemas mentales o con alguna discapacidad.
En la página siguiente -número 2- las preguntas se centran en el estado del hogar y sus comodidades. Por eso el encuestado no debe sorprenderse si entre los interrogantes figura: "¿Las paredes exteriores tienen revoque o revestimiento externo?", "¿Cuál es el material de la cubierta exterior del techo?", "¿Tiene agua, de dónde proviene el agua para beber y cocinar?". Tampoco tiene que causar asombro si el censista pregunta si hay baño en la casa, si el sanitario tiene inodoro, si el inodoro tiene botón o cadena, cómo es el desagüe y si hay un lugar para cocinar, entre otras.
La tercera página apunta a la precisión de los datos de cada persona del hogar. El jefe o la jefa de la casa será el primero que deberá dar detalles. Cuántos años tiene; si sabe leer y escribir; si recibe jubilación y pensión, si está asociado a algún servicio de emergencia médica, a un plan de salud privado o a una obra social. Dónde vive, en qué lugar vivía hace cinco años y si nació en Argentina serán otros de los interrogantes.
Las mismas preguntas deberán responder los otros integrantes de la familia que tienen 14 o más años. Y esto ya forma parte de la cuarta página, la que se repite por la cantidad de personas que hay en el hogar. Un párrafo aparte está destinado también a los niños de tres años o más.
Muchnik dijo que se espera que "hasta los chicos más chiquitos, en la medida de que puedan contestar, lo hagan, porque es una forma de ir involucrándolos en esta actividad".
No obstante, la participación de los menores de 14 años irá en relación con las preguntas: "Hay algunas que un chiquito no puede responder, por eso lo tiene que hacer alguien que esté a su cargo", se explicó.
La funcionaria del Indec aclaró, por otra parte, que "hay preguntas que se deben corroborar en forma visual. Puede ser que a lo mejor el censista esté viendo una sala y no el resto de la casa. Si ve que se hace una declaración engañosa, y él está comprobando otra cosa, debe poner lo que ve".