Una banda de delincuentes vació la casa de una pareja en el barrio de Fisherton, donde pudo ingresar tras golpear a uno de los ocupantes del domicilio. Después de permanecer aproximadamente veinte minutos en el interior, los ladrones se llevaron 16 mil pesos en efectivo y prácticamente la totalidad de los muebles y electrodomésticos.
El violento asalto ocurrió poco después de las 21 del jueves, en una casa situada en Juan José Paso 8175, en jurisdicción de la seccional 17ª. Los ladrones utilizaron dos vehículos para cometer el asalto y mostraron una llamativa organización.
A la hora mencionada, el propietario, Carlos Alberto Pairetti, de 24 años, se encontraba solo en la casa y se acercó al portón al ver que se acercaba un auto similar al de su mujer, Andrea Vanina Bertini, de 29 años.
El vehículo hizo señas de luces y, cuando Pairetti abrió el portón, un ladrón que se encontraba dentro de la propiedad lo sorprendió y le apuntó con un arma mientras otros dos lo tomaron desde atrás, lo golpearon y le sujetaron las manos con precintos de plástico.
Andrea Bertini dijo que su pareja quedó atontado durante varios minutos por los golpes que recibió. "Cuando se dio cuenta estaba adentro de la casa, boca abajo contra el suelo y tenía algo en la boca", contó.
Con un antecedente
El hombre no pudo ver lo que hicieron los ladrones, ni estimar exactamente cuántas personas entraron a la casa. Escuchó que el auto que le había hecho señas de luces se fue inmediatamente después a que él abrió el portón, y estimó que otro vehículo llegó a la casa para que los ladrones cargaran los muebles que se llevaron.
Los asaltantes se apropiaron de una pesada biblioteca de algarrobo con todos los elementos que tenía adentro, el juego de comedor con sus sillas, también de algarrobo, una cristalera, dos televisores, una videograbadora, un microondas, equipos de música y todos los discos compactos de la pareja. También se llevaron unos 16 mil pesos, que según la policía, se encontraban dentro de uno de los muebles. "Dejaron la cama", señaló resignada Bertini.
La mujer estimó que los ladrones estuvieron en la casa durante unos 20 minutos. Después se fueron dejando abierta la puerta de la casa, aunque cerraron el portón.
Pairetti, entonces, se arrastró hasta la puerta, escupió lo que tenía en la boca y comenzó a gritar. Así alertó a un vecino que logró entrar a la casa, lo ayudó a liberarse de las ataduras y llamó al Comando Radioeléctrico desde su celular, ya que las líneas telefónicas de la casa estaban cortadas.
La policía llegó inmediatamente al lugar, pero no pudo localizar a los ladrones.
La mujer contó que hace seis meses que se mudaron al barrio y el del jueves fue el segundo robo que sufrieron. En el anterior, los ladrones lograron entrar sin violentar los ingresos y sólo se llevaron dinero, ya que Pairetti llegó antes de que pudieran volver a buscar televisores y otros aparatos que habían dejado al lado de la puerta.
En esa oportunidad la pareja evaluó que se podría tratar de alguna persona que tuvo acceso a las llaves de alguna manera, ya que la casa estaba aún en construcción, y por eso no realizó la denuncia policial.