Año CXXXV
 Nº 49.302
Rosario,
viernes  16 de
noviembre de 2001
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Una improvisada hoguera para guiar a los helicópteros

Washington. - Los ocho trabajadores de un organismo de ayuda humanitaria acusados por el régimen talibán de propagar el cristianismo en Afganistán, improvisaron una hoguera para guiar a los helicópteros estadounidenses que los rescataron, según comentó ayer el padre de una ex cautiva. Heather Mercer, una de las dos estadounidenses detenidas por los talibanes, sugirió la idea de usar los chales con que se cubrían la cabeza para crear una hoguera, idea que siguieron sus siete colegas, expresó Tilden Curry, padre de Dayna Curry, la otra estadounidense que fuera tomada como rehén. El grupo de ocho rehenes estaba integrado por seis mujeres y dos hombres, ciudadanos de Australia, Alemania y Estados Unidos.
"Dijeron que tenían una pequeña linterna y que el helicóptero no podía verlos", expresó Tilden Curry en entrevistas a la televisión desde su casa en Nashville, Tennessee, después de hablar por teléfono con su hija luego de que ella fue transportada a salvo a Islamabad, la capital de Pakistán. Después de que Heather prendió fuego a su chal "las otras mujeres hicieron lo mismo, de modo que crearon una pequeña hoguera y lograron que los soldados los vieran", declaró Tilden Curry a la cadena estadounidense ABC.
"Y entonces cuando el helicóptero regresó y los tripulantes vieron la hoguera, aterrizaron, los subieron y se dirigieron a Pakistán", añadió. Los activistas estuvieron detenidos en Kabul durante más de un mes de bombardeos estadounidenses dirigidos a destruir a los talibanes y la red Al Qaeda del millonario saudita Osama Bin Laden, el principal sospechoso de planear los devastadores atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.

Camino a Kandahar
Y justo cuando sus esperanzas de ser rescatados aumentaron el lunes por las noticias del avance de la oposición hacia Kabul, los talibanes los llevaron consigo en su retirada hacia su bastión en la sureña ciudad de Kandahar, donde la lucha por el control de la localidad es feroz.
Ya en Ghazni, unos 80 kilómetros al suroeste de Kabul, una rebelión contra los talibanes en el pueblo permitió que una hora después fuerzas de la Alianza del Norte abrieran las puertas de su prisión. Tres helicópteros estadounidenses de Operaciones Especiales sobrevolaron un campo cerca de Ghazni y recogieron a los trabajadores, dijo el Pentágono. (Reuters)


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