En vistas de que el club no le pagó la multa para que pueda ingresar al campo de juego en los dos últimos partidos, ya que fue expulsado por el árbitro Jorge Ferro ante Defensa y Justicia en el Gabino Sosa, el técnico de Central Córdoba Ricardo Palma vio los dos últimos partidos de su equipo desde afuera, con la ñata pegada al alambrado. Y el que dio las indicaciones fue su hijo, Rodrigo Palma, quien en vista de los buenos resultados obtenidos (2 a 2 ante Defensores de Belgrano en el Bajo y 3 a 0 con Tigre de local) se animó a decir por una emisora radial, en forma de chanza claro está, que el equipo cambió desde que él da las indicaciones. ¡Ojo, Gordo! te están serruchando el piso.
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