Luego de una maratónica jornada de reuniones y contabilizados ya más de treinta días de negociaciones, finalmente las autoridades de Hacienda santafesinas intentarán definir hoy cara a cara con sus pares del gobierno nacional una solución para el reparto de los recursos de coparticipación. Ayer fue el turno para el arreglo de cinco provincias gobernadas por la oposición justicialista, las denominadas chicas, y se ejecutó con una marcada discreción, lejos de las cámaras de la TV. Los mandatarios de Jujuy, Tucumán, La Rioja, Formosa y Misiones firmaron un convenio en iguales condiciones a los rubricados la semana pasada con los mandatarios de la Alianza y el neuquino (ver aparte). A partir de las nueve de hoy, el asesor Horacio Liendo y el subsecretario de Provincias, el santafesino Hugo Garnero, recibirán en el Palacio de Hacienda al ministro de Hacienda provincial, Juan Carlos Mercier, para intentar llegar a un acuerdo a la medida de Santa Fe. Y luego será el turno de Córdoba y Buenos Aires. "La verdad es que empezamos todo de nuevo", interpretó el gobernador Reutemann al dialogar con los medios reunidos en la planta baja de la Casa de La Pampa, que nucleó ayer a los gobernadores de las provincias denominadas grandes, y acotó: "Tenemos once horas para pensar". Desde el mediodía Reutemann y los gobernadores Carlos Ruckauf, de Buenos Aires; José Manuel de la Sota, de Córdoba, y Rubén Marín, de La Pampa, mantuvieron contactos con el gobierno en la casa pampeana, y más tarde concurrió allí el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo. El último turno fue para Garnero y Liendo, quienes al retirarse del encuentro apenas mencionaron que "mañana se seguirá negociando". Según consignaron fuentes del Ministerio de Economía, las diferencias quedaron reducidas a la fórmula de pago de la deuda que mantiene la Nación con las provincias. Los mandatarios del PJ aceptaron que dentro del esquema de liquidación de la deuda se pague el 60% con Lecop y el resto en pesos. Sin embargo, condicionan el acuerdo final a que el gobierno federal consiga que empresas de primera línea compren las Lecop a valor nominal, para poder contar con mayor liquidez en pesos. Al mismo tiempo, solicitan que por la diferencia surgida por los recortes de la coparticipación del año próximo, la Nación entregue un bono que sea fácilmente negociable en el mercado secundario de manera que las provincias cuenten con una alternativa de liquidez. Otro punto clave del acuerdo es la refinanciación al 7% de interés anual de las deudas provinciales, con una postergación por tres años para el pago de amortizaciones de capital y la coparticipación del impuesto al cheque a partir del 2003, destinada justamente al pago del capital. El ministro del Interior, Ramón Mestre, declaró anoche que el gobierno confía que en las próximas horas el resto de las provincias del PJ adherirán al pacto porque "esto traerá tranquilidad en la plaza financiera y en la opinión pública". "Hay algunas situaciones especiales que están queriendo agregar al acuerdo los gobernadores", indicó Mestre, que la administración nacional estaría dispuesto a aceptar para cerrar el acuerdo. Colombo puso al tanto de los avances de las negociaciones a los diputados del radicalismo, ante quienes manifestó su optimismo en que firmarán el acuerdo la mayoría de las provincias justicialistas, aunque reconoció que será muy difícil convencer a los mandatarios de San Luis y Santa Cruz, precisamente las jurisdicciones con la mejor situación financiera.
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