Atilio Pravisani
El presidente de la Cámara de Diputados, Alberto Hammerly, reveló a La Capital que el ajuste de las cuentas provinciales que prepara la administración provincial rondará entre 300 y 400 millones de pesos. El legislador, uno de los hombres más cercanos al gobernador Carlos Reutemann, advirtió que los números definitivos surgirán una vez que concluyan las negociaciones con la Nación por la coparticipación federal. El gobierno santafesino deberá acomodar las cuentas para asimilar el impacto de un recorte del 13 por ciento de la coparticipación federal para el 2002, que significará un desfinanciamiento anual por casi 190 millones anuales. Hay que tener en cuenta además la existencia de un déficit presupuestado de 100 millones de pesos, básicamente adjudicable a la Caja de Jubilaciones, que ahora habrá que eliminar para cumplir con el déficit cero, más un desequilibrio de los recursos propios, que durante los diez primeros meses de 2001 significó una pérdida de 94 millones de pesos. En cambio, la renegociación de la deuda comercial a una tasa del siete por ciento, un punto contemplado en el arreglo de coparticipación federal que está por alumbrar, significará un ahorro para el erario público santafesino de unos 26 millones. Con un saldo a todas luces negativo, el ajuste es inevitable. ¿Cómo efectuará el recorte la provincia? Hasta ahora sólo se sabe que se privilegiará el gasto social, de educación y salud, para atender las demandas básicas de la sociedad. En rigor, lo único que tomó forma es el ajuste del Poder Legislativo, a quien el gobernador Reutemann encomendó un par de meses atrás una poda de 26 millones. Hammerly opinó ayer que los poderes Legislativo y Judicial deberán pensar en ajustar un 30 por ciento de su presupuesto, para las áreas más críticas, como el gasto social y el de salud, ni las asignaciones de empleados y jubilados, aunque precisó que para definir este proceso habrá que aguardar la finalización de las negociaciones por la coparticipación, para luego reformular el presupuesto 2002. "Como en cualquier familiar frente a una crisis de esta magnitud trata de darle prioridad a las cuestiones de supervivencia, y ante una situación de esta naturaleza pienso que habrá alguien que tenga que realizar un mayor esfuerzo en beneficio de otras áreas que aunque uno quiera no se pueden recortar", puntualizó el titular de Diputados. Hammerly lanzó ayer un tiro por elevación al Poder Judicial, que planteó un incremento presupuestario por 47 millones (un 25 por ciento) mientras que los jueces embargan las cuentas públicas para zafar de las leyes de emergencia. "Hay algunos sectores que viven en una burbuja", planteó el legislador, e insistió con que algunos sectores deberán aportar mayores esfuerzos. "Es lo mismo que si desde el Poder Legislativo estaríamos pidiendo un aumento y ni siquiera pretendemos mantener el presupuesto del año pasado". El titular de Diputados describió además como la crisis de los recursos nacionales impacta como un efecto cascada sobre la economía santafesina. "Así como el impuesto al cheque afectó el pago de los impuestos provinciales por su fórmula compulsiva de recaudación, el corte de los servicios del Pami repercute en una mayor cantidad de consultas en los hospitales públicos, produciendo en todos los casos un doble efecto que perjudica los recursos provinciales. Los efectos son desvastadores, porque no sólo impacta en ingresos brutos o el inmobiliario, sino también en las tasas municipales, con un efecto en cadena que seca la clase y hace caer todos los promedios de recaudación", acotó el legislador.
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