En la zona de La Picasa la historia del incremento de lluvias comenzó en 1976, cuando se nota un desplazamiento de la isohieta (línea imaginaria que une los puntos de la Tierra con los mismos promedios anuales) de los mil milímetros desde el centro de la Mesopotamia hacia el centro de la Pampa Húmeda. Al terremoto de Caucete (San Juan) en 1977 muchos relacionan con las inundaciones, porque cambió la geomorfología del suelo y subsuelo del sur de Córdoba. En 1984 se planteó el primer conflicto por las aguas del río Quinto entre Córdoba, La Pampa y Buenos Aires. Cambió el escurrimiento histórico de la cuenca y se desvió su curso superficialmente hacia el sudeste. En 1989, se produjo el desvío de aguas del norte de la provincia de Buenos Aires y de Rufino hacia La Picasa por un canal construido en 1978, para evitar el corte de la ruta 7. Así quedan conectados los dos cursos de agua. El primer proyecto de desagüe de La Picasa hacia el Salado, a cargo de José María Paso Rosas, se desarrolla en 1991. La laguna llega a cubrir ocho mil hectáreas, luego baja a seis mil con una cota de 100 metros. En 1997, llegó el fenómeno de El Niño, los reservorios naturales -lagunas, bajos y cañadones- están al límite. La Picasa sobrepasa las 10 mil hectáreas en 1998. Un año después tiene un espejo de agua de 20 mil hectáreas y en 2001 superó las 80 mil.
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