Una beba de siete meses que debido a una insuficiencia hepática severa estaba desnutrida y con riesgo de muerte, recibió parte del hígado de su madre a través de una intervención quirúrgica de quince horas y se encuentra en perfecto estado de salud. La beba, de nombre Brenda, fue sometida al trasplante hepático el 25 de octubre pasado en el Hospital Universitario Austral, de Pilar, en la primera operación de estas características que se realiza en esa ciudad y en la provincia de Buenos Aires. El director de ese centro de salud, Juan Carlos Di Lucca, explicó ayer que "la enfermedad congénita en las vías biliares que padecía la beba le provocaba una insuficiencia hepática progresiva, incompatible con la vida".
"Estaba en estado desesperante cuando la recibimos, su color era amarillo, pesaba menos de tres kilos y pensar en el trasplante ya era un riesgo, pero no había otra posibilidad de cura", destacó el profesional.
Brenda tenía también "una infección que le provocaba una insuficiencia respiratoria, pero ahora está en buen estado de salud, recuperando peso", aseguró Di Lucca y añadió que "la madre está bien y su hígado se regenerará".
Una cirugía compleja
La compleja operación consistió en implantar el 25 por ciento del hígado de la madre -lóbulo izquierdo del órgano- y debido al tamaño de los órganos de la niña hubo que utilizar lupas y microscopios de alta complejidad, con los que cuenta el hospital.
Luego de cuatro días en terapia intensiva, la beba pasó a una habitación común y ayer a la mañana, por primera vez, se le permitió a los padres sacarla de allí para recorrer los pasillos del hospital. Los padres de Brenda, de 21 y 19 años, viven en el barrio Sevilla de Berazategui, están desocupados y lograron realizar el trasplante de su hija a través del Centro Unico Coordinador de Ablación e Implantes de Buenos Aires (Cucaiba), que financió la operación y la internación de la madre y su beba. (Télam)
La Ciudad
