El entrenador del seleccionado uruguayo, Víctor Púa, reconoció que el partido de mañana ante la Argentina no va a ser fácil. "Argentina es un equipo serio, y no van a regalar nada porque es un clásico", dijo el entrenador oriental con relación al encuentro en que su equipo necesita sumar para mantener sus posibilidades de estar presente en el Mundial 2002. Con todos los convocados a su disposición, la principal preocupación de Púa pasa por recuperar al lesionado Darío Silva. En caso de que el delantero de Málaga de España no se recupere, su lugar sería ocupado por Diego Alonso. "No van a regalar nada, además como lo han hecho en el correr de las eliminatorias van a salir a buscar el resultado que más les convenga. Que nadie piense que va a ser un partido fácil. Nosotros estamos preparados para luchar con nuestras propias fuerzas", aseguró Púa. Cuando se le preguntó por la forma en que parará a su equipo, el entrenador uruguayo señaló: "Veremos si jugamos con línea de tres o de cuatro. También hay que tener en cuenta que somos la defensa menos vencida de las eliminatorias. En ese sentido estamos muy conformes. Pero tenemos que tener en cuenta que el jugar con un sistema muchas veces nos permite mayores variantes en ofensiva y el mediocampo. Es una idea a pensar, pero existe la posibilidad de volver a jugar con línea de tres". En la última práctica, Púa paró a su equipo con tres zagueros, dos carrileros, tres en el mediocampo y dos delanteros netos. "Será un partido con mucha dinámica, y con muchas ganas de parte nuestra. Acá se define si tenemos chances o no de llegar al Mundial", concluyó Púa. En tanto, los medios de comunicación de Uruguay consideran como "una garantía" que el árbitro alemán Markus Merk sea el responsable de dirigir el cotejo que jugará la selección celeste y la de Argentina. (DyN y DPA)
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