El entrenador Marcelo Bielsa informó ayer que no pudo incorporar al seleccionado a Juan Román Riquelme para el encuentro ante Uruguay porque Boca "no autorizó" la cesión del jugador al que él convocó "para que fuera titular" en ese partido. Bielsa explicó a la prensa ayer por la tarde en el predio de Ezeiza que "los dirigentes de Boca no estuvieron de acuerdo en entregar a Riquelme ni a Guillermo Barros Schelotto por la cercanía del choque con el Bayern Munich, por la Copa Intercontinental". El técnico quiso dejar bien en claro que la "decisión de Boca estuvo enmarcada en una situación reglamentaria. Siempre recibimos el apoyo de ellos. Tanto cuando Delgado se lesionó entrenando con el seleccionado como cuando llevamos a Cagna a Holanda y no jugó ni un minuto". Finalmente Bielsa optó por convocar a un solo jugador más para el partido que se jugará mañana desde las 20.40 en el estadio Centenario de Montevideo: el delantero de Vélez Darío Husaín. Por su parte el vicepresidente segundo de Boca, Roberto Digón, reveló que antenoche habló con el coordinador general del seleccionado, José Pekerman, quien le informó que Bielsa tenía en sus planes a Riquelme y al mellizo Guillermo para jugar con Uruguay. Al recibir la aceptación, el gerente de selecciones, Rubén Moschella, se comunicó con Guillermo para informarle sobre la buena nueva, pero no pudo hacerlo con Riquelme, quien tenía su celular apagado, por lo que le dejó el mensaje a un familiar. Un rato más tarde, los dirigentes xeneizes modificaron su postura inicial y se comunicaron con Pekerman para solicitarle que revea su decisión, ya que una eventual lesión de alguno de los dos los marginaría del partido del 27 de este mes ante Bayern Munich. por la final de la Copa Intercontinental. "Hablamos con los integrantes del cuerpo técnico, les explicamos que reglamentariamente no podíamos negarnos a la convocatoria, pero les aclaramos que falta una semana para viajar a Japón y temíamos que alguno de nuestros jugadores resultara lastimado si es que jugaba ante Uruguay", confesó Digón. El dirigente contó que "tanto Pekerman como Bielsa comprendieron que esta era una semana decisiva para Boca. Les dijimos que los futbolistas podrían ser utilizados en otro momento y ellos entendieron nuestra razones", confió. Digón aseguró que "si Argentina se jugaba la clasificación en este partido", los dirigentes de Boca "no tenían ningún problema en ceder a los jugadores". Por su parte Bielsa coincidió con Digón al afirmar que "este tema no va a traer problemas en el futuro", al mismo tiempo que reconoció que "esta es una situación especial" que comprende muy bien. Bielsa también se refirió a los motivos que lo llevaron a convocar al talentoso volante para este último partido de las eliminatorias: "Analicé las circunstancias y el rival, y me parecía bien tener a Riquelme para poder juntarlo de entrada con Verón y sumar así mayor volumen de juego". También reconoció que escuchó los pedidos de los hinchas durante el partido homenaje a Diego Maradona y aventuró que por la nueva convocatoria la prensa seguramente va a cambiar la forma de pensar sobre él. "Son las normas del juego. Antes decían que era un caprichoso por no llamarlo y ahora van a decir que tengo debilidad ante el reclamo popular", afirmó. Como le ocurrió en 1978 a César Menotti con Norberto Alonso, o a Carlos Bilardo en 1990 con Ramón Díaz, ahora Riquelme es el nombre de la piedra que se le introdujo en el zapato a Bielsa. Pero con un rápido movimiento el técnico ya se la sacó de encima, y no se quedó de a pie. (Télam)
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