En un partido con la adrenalina al máximo, Nueva Chicago le arrancó ayer un empate 4 a 4 al líder Racing, en el Estadio José Amalfitani, en el encuentro más emotivo de la decimotercera fecha del torneo Apertura. Pareció que se formalizaba otra demostración del Racing de las hazañas, ya que remontó un 1-3 para transformarlo en un 4-3, pero a 4 minutos del epílogo Julio Serrano clavó en un ángulo la igualdad definitiva desde 35 metros. Desde esa conquista de Serrano hasta la última acción el final fue de lo más abierto e infartante. Pero ya el marcador ya no sufrió más modificaciones. Hasta ese notable acierto de Serrano la sensación era que Racing una vez más vencía a corazón abierto, sin brillo, pero por su espíritu y despliegue se las arreglaba para ser el mejor. El primer tiempo tuvo tres tantos, el primero en contra de Juan Herbella (a los 11 minutos) y los otros dos de Christian Gómez (a los 27 y 29), uno de ellos de penal. El segundo período empezó todavía más favorable para Chicago, porque Ariel Jesús infló la ventaja (a los 17), pero llegó la reacción de Racing por intermedio de José Chatruc (a los 21), Rafael Maceratesi (a los 29) y Leonardo Torres (a los 36). Claro que Chicago justificó su apodo de Toro, fue con furia sobre Campagnuolo y Serrano clavó la paridad inmodificable. Los dos equipos tuvieron un ritmo sostenido, pero la diferencia la establecía el Gomito Gómez con su habilidad. Así, la pelota estuvo lejos de los arcos hasta el primer gol, que llegó un poco de casualidad: córner desde la izquierda, mala salida de César Velázquez y Herbella que tuvo la desgracia de llevarse la pelota por delante. Se encaminaba tranquilo el equipo de Reinaldo Merlo hacia la victoria, hasta que apareció el penal de Ubeda a Mandra, que le sirvió a Gómez para nivelar el tanteador. Después del penal Racing quedó como aturdido y Gomito sacó ventaja con un derechazo que se desvió en Loeschbor y se levantó por encima de Campagnuolo. En el segundo tiempo el equipo de Mataderos estiró la diferencia, pero cometió el error de meterse demasiado atrás. Entonces, Racing fue arrollador, arrinconó a su oponente y con una Maceratesi muy efectivo alcanzó un impensado empate. Leo Torres, de cabeza, puso a los albicelestes de nuevo rumbo al título, pero Serrano los dejó fríos por un instante. Luego llegó el final con un fuego contra fuego.(DyN)
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