Año CXXXIV
 Nº 49.296
Rosario,
sábado  10 de
noviembre de 2001
Min 15º
Máx 22º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Los subsidios de EEUU y Europa, disparados por la guerra

Desde el cierre de la última negociación en la Ronda Uruguay, los principales bloques económicos, Estados Unidos y la Unión Europea, sólo cumplieron los acuerdos de reducción de las ayudas a la agricultura hasta que sobrevino la crisis asiática en 1997. A partir de allí, estos países burlaron lo firmado en los papeles a través de distintos mecanismos para incrementar por encima de los límites establecidos los subsidios.
Según estimaciones de la Organización Económica de Cooperación para el Desarrollo (OECD), el apoyo total a la agricultura otorgado por los países más ricos pasó de 328 mil millones de dólares en 1997 a 361 millones de dólares en 1999. Esto representa un crecimiento del 31 al 40 por ciento del total facturado por el sector agrícola en estos países. Es el equivalente al 1,4 por ciento del PBI.
Los negociadores argentinos en el comité de agricultura de la Organización Mundial del Comercio (OMC) dejaron en claro que "las consecuencias globales de esto son muy graves".
Dentro de los efectos, la propia Oecd calculó que si la Unión Europea no subsidiara sus exportaciones de trigo, la tonelada valdría en la actualidad un 4 por ciento más.
A su vez, si los Estados Unidos no hubiesen aumentado el uso de los subsidios domésticos conocidos como marketing loan gains y loan deficiency payments, la soja tendría un valor entre 6 y 7 por ciento por encima de los actuales.
El documento señala que estas estimaciones sólo se limitan a evaluar el efecto "precio" de dos tipos de subsidios, sobre tres productos importantes de la oferta exportable de la Argentina.
Sin embargo, "el empuje hacia la baja de estos commodities, tiene sin duda también consecuencias sobre los precios de sus productos substitutivos; por ejemplo, sobre el aceite de palma o sobre cereales alternativos al trigo y al maíz".
La posición argentina resalta que "como la globalización es también interdependencia, hasta los países más ricos terminan por verse afectados por el avance de la crisis económica. Así, nuestros principales socios tuvieron que apresurarse a aportar fondos frescos a las instituciones de crédito internacional, para estas pudieran ayudar a contener la crisis".
Y concluye que debido a esta razón "el contribuyente europeo y norteamericano tuvo que pagar dos veces: pagó primero los subsidios que aumentaron nuestros problemas de balanza de pagos y pagó después por los créditos que ayudaron a contener la crisis".


Notas relacionadas
Más dudas que certezas en la ronda de la OMC
Dos gigantes dormidos
Diario La Capital todos los derechos reservados