Estudiantes, profesionales y hasta familias se anotaron en las listas de voluntarios

"¿Acá me tengo que inscribir para hacer el censo?" La pregunta se escuchó ayer varias veces en la Escuela Nº55 Domingo Faustino Sarmiento en respuesta a la convocatoria a encuestadores voluntarios lanzada por el Ipec. Poco antes del mediodía sólo en este establecimiento se habían presentado 50 personas con ganas de convertirse en censistas reemplazando a los docentes que decidieran desertar. Estudiantes universitarios, profesionales y hasta familias enteras dejaron su nombre, dirección, teléfono y estudios alcanzados en un listado que se exhibía en el hall de la escuela.
Más que la conciencia cívica, la falta de trabajo fue el factor determinante para que muchos decidieran prestar su colaboración al relevamiento nacional, que quedó confirmado luego de que los directores provinciales de estadística informaran que la deserción no fue tan alta como para anular el operativo. "Vengo porque no tengo trabajo y necesito hacer algo", dijo sin vueltas Cintia, una estudiante de tercer año de Ingeniería Química.
En la cola la seguía Marcela, alumna de quinto año de la carrera de Trabajo Social. "Estaba buscando un empleo y justo escuché la convocatoria para el censo, así que vengo a probar qué pasa", explicó.
"Es una lástima, esto es una pelea entre víctimas. Se anotan para hacer el censo por los 40 pesos que se pagan", se lamentó la vicedirectora de la escuela mientras miraba a los aspirantes.
En la escuela Nº53 Bernardino Rivadavia también se abrió un escalafón de voluntarios para participar del censo. "Recibimos muchísimas consultas y estamos anotando a todas las personas mayores de 21 años", indicó la jefa de fracción de este establecimiento.
La mujer cuenta con 16 jefes de radio y nueve auxiliares a su cargo; de cada uno de ellos dependen, a su vez, entre 16 y 20 censistas. "Hasta ahora los jefes no han renunciado, y si bien tuvimos la baja de algunos censistas pudimos reemplazarlos con las personas que se inscribieron voluntariamente. Así que si el censo se hace, nosotros estamos en condiciones de cumplir con él", indicó la docente, quien todavía no estaba al tanto de la decisión del Gobierno de llevar adelante la encuesta.
Cada uno de los encuestadores que tenga que formar parte del equipo de trabajo durante el próximo fin de semana visitará 40 viviendas en áreas urbanas céntricas, 35 en la periferia y 20 en zonas rurales. Previo al relevamiento deberán realizar un curso que dura seis horas.