Los gobernadores de la Alianza y el de Neuquén aceptaron ayer firmar el acuerdo de coparticipación que les propuso la Nación por el cual recibirán las deudas contraídas hasta el 31 de diciembre próximo en bonos Lecop (Letras de Cancelación de Deudas Provinciales), mientras que a partir del año que viene se distribuirán los fondos federales un 60 por ciento en efectivo y el resto también en esas letras. Los mandatarios justicialistas rechazaron la oferta y efectuaron una contrapropuesta a la Nación (Ver página 17).
Una vez aceptada la oferta del gobierno, los mandatarios aliancistas reconocieron que se trató "del mejor acuerdo posible" y criticaron a sus pares justicialistas que no aceptaron.
El sí de los gobernadores de la Alianza estaba prácticamente acordado desde la noche del miércoles, y ya por entonces se estimaba que la posición de los gobernadores del Partido Justicialista seguiría siendo la de negarse a firmar, después de las idas y venidas de 30 días de arduas e infructuosas negociaciones con el gobierno.
El convenio aceptado por los mandatarios de la Alianza contempla, además de la aceptación del 40% del pago en Lecop, la refinanciación de los pasivos de las provincias a una tasa del siete por ciento anual, a quince años y con dos años de gracia.
Los gobernadores de la Alianza y el neuquino Sobisch suscribieron poco después de las 17 de ayer, en la Casa de Gobierno, el acuerdo al que arribaron con la Nación sobre fondos de coparticipación y refinanciación de la deuda de las provincias, en una ceremonia privada a la que sólo accedieron los mandatarios y el presidente De la Rúa.
La decisión de algunas empresas privadas, como Repsol-YPF, de ofrecer un canje de los títulos públicos por dinero en efectivo fue uno de los puntos que facilitó el acercamiento entre las partes.
El gobernador rionegrino, Pablo Verani, había anunciado que se firmaría el acuerdo al término de una reunión con el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, y con el ministro del Interior, Ramón Mestre.
Al hacer el anuncio, Verani explicó que el acuerdo "establece que la deuda con las provincias de este año se pagará en Lecop, mientras que el año próximo se abonará el 60 por ciento en letras y el 40 por ciento en efectivo". Otro de los puntos centrales del convenio, detalló, es una "refinanciación de los pasivos bancarios de las provincias que lo suscriban con una tasa de interés del 7%".
Verani evaluó que el acuerdo "es muy ventajoso" y opinó además que el proyecto para hacer coparticipable el impuesto creado por la llamada ley del cheque, que tiene media sanción de la Cámara de Diputados, "demuestra la falta de reflexión que hubo ayer en las mayorías que votaron esa ley".
Por su parte, el gobernador de Chubut, José Luis Lizurume, destacó que "el gobierno ha incorporado un nuevo artículo por el cual se compromete a realizar gestiones ante empresas para que reciban las Lecop y las reemplacen por dinero en efectivo, para ser adelantado a las provincias que tienen acreencias por disminución de la coparticipación".
En tanto, el sanjuanino Alfredo Avelín, al retirarse de la Casa Rosada, justificó la firma del acuerdo en la "necesidad de la reactivación que tiene la Argentina".
Por su parte, el chaqueño Angel Rozas criticó a sus pares peronistas por no firmar el acuerdo al sostener que "en esta disputa alguien le dio prioridad al tema político partidario", aunque agregó que "todos los gobernadores defendieron los derechos legítimos de sus pueblos".
Los gobernadores que firmaron el acuerdo fueron, además de Verani, Avelín, Rozas, Lizurume y Sobisch, el mendocino Roberto Iglesias, el entrerriano Sergio Montiel, el interventor de Corrientes, Oscar Aguad, y el jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra.
Rozas, uno de los mandatarios aliancistas que se resistió a firmar hasta último momento, dijo que "con la mayor predisposición hemos resignado un poco las provincias y un poco la Nación porque está en juego el interés nacional. Es un paso muy importante" e hizo a continuación un "llamado público" a los gobernadores del justicialismo para que adhieran y "lleguemos a un consenso entre todos".
Por su parte, Ibarra apuntó: "Espero que la postura de los gobernadores del justicialismo no responda a una especulación política. No hay espacio para eso", enfatizó.
Con el PJ fue más duro
Reunidos en la Casa de Salta desde ayer a la mañana, los gobernadores justicialistas rechazaron más de una vez ofertas del Ejecutivo nacional. A la tarde rechazaron de plano una oferta enviada por el gobierno alrededor de las 15 para acercar posiciones, en las que se les prometía "colaboración" para que grandes contribuyentes cambien Lecop por dinero en efectivo, como ofreció la empresa Repsol-YPF a través del gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch.
Voceros de los mandatarios del PJ argumentaron que la promesa de "colaboración" no les satisface y que preferían un compromiso más "firme" por parte de la Nación.
La Nación había anticipado que "en caso de firmar" cancelaría en Lecop y en un plazo de diez días la deuda acumulada con las provincias hasta el 31 de octubre, alrededor de 800 millones de pesos o dólares.
Durante sus deliberaciones, en la medida en que se alejaba la posibilidad de un acuerdo, los gobernadores peronistas reactivaban la posibilidad de promover una Marcha Federal y de ir por las presidencias de ambas cámaras del Congreso, objetivo que tuvo su correlato en un pronunciamiento de legisladores electos.