La sangre llegó al río. La severa crisis económica, deportiva e institucional que atraviesa Central Córdoba derivó en la renuncia de su presidente Eduardo Bulfoni y de toda la comisión directiva, algo similar a lo que ocurrió hace poco en Rosario Central. Ahora el síndico Santiago Pezza quedará a cargo del club y convocará a nuevas elecciones. El último período presidencial no llegó siquiera al año de gestión. Bulfoni, quien gobernaba el club desde el 96 cuando reemplazó a Carlos Luppi, fue reelecto en diciembre del año pasado por un período de 4 años pero renunció a los 11 meses como producto de una crisis límite, de la que algunos de sus pares lo hicieron directo responsable. En efecto, el lunes último la comisión directiva se convocó de urgencia para buscar salidas en vistas de la posibilidad cierta de descenso de categoría y de las deudas que derivaron en insólitas situaciones que afectaron al plantel profesional o a parte de él (problemas de alojamiento, comida, lugar de entrenamiento y concentración, y hasta retención del auto de Cancelarich para saldar una deuda), lo que en conjunto acortó el mandato de Bulfoni. Ese lunes fue precisamente el síndico Pezza el que le pidió la renuncia a Bulfoni, mientras otros como los vicepresidentes Omar Vicente y Marcelo Geralnik estaban dispuestos a dar un paso al costado, en desacuerdo con el manejo personalista del ex titular charrúa. Finalmente, esa noche decidieron pasar a cuarto intermedio hasta el miércoles, y en el nuevo cónclave que terminó en las primeras horas de ayer, privó la moción de que no sólo Bulfoni, sino toda la comisión dé un paso al costado para que "la masa de socios pueda decidir libremente sobre los destinos del club y elegir nuevas autoridades", como reza el comunicado oficial firmado por el propio Bulfoni y Pezza. La reunión decisiva del miércoles fue de alto voltaje, porque Bulfoni no estaba dispuesto a irse pero finalmente no le quedó otro camino. Ayer el ex mandamás de Tablada no atendió los numerosos llamados de Ovacion, aunque seguramente en las próximas horas deberá explicar por qué se llegó a tal situación de caos en el club que dirigía. Los clubes de la ciudad, que hicieron a Rosario otrora capital del fútbol argentino, siguen hundiéndose en sus reiteradas crisis, que inevitablemente repercuten en lo deportivo. El año pasado Newell's entró en convocatoria, en este la comisión directiva de Central renunció en pleno por sus rencillas internas y llamó a elecciones anticipadas, como ahora Central Córdoba. Los clubes de tercera categoría Tiro Federal y Argentino, comandados por un financista y un empresario de juegos de azar respectivamente, parecen ser la única excepción a la regla.
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