El gobierno mostró ayer una firme voluntad política de llevar adelante el censo de población previsto para el 17 y 18 de noviembre, pese a la decisión tomada por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) de no participar en el operativo hasta tanto se abonen las deudas del incentivo docente. Para suplir a los censistas renunciantes, hoy se abrirá un registro de voluntarios entre los empleados de la administración pública nacional, provincial y municipal. Sin embargo, el tema promete más polémica: el secretario general de la Asociación Trabajadores del Estado de Capital Federal, Pablo Micheli, adelantó que su gremio "no participará". La directora de difusión del censo, Noemí Muchnik, dijo a La Capital que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) tendrá hoy el dato de "cuántos son los docentes capacitados en cada provincia que renunciaron" a hacer de encuestadores. Se prevé que la deserción sería mayor en Rosario, Buenos Aires y Córdoba. En una conferencia de prensa que brindó junto al director del Indec, Héctor Montero, la ministra de Seguridad Social, Patricia Bullrich, enfatizó la voluntad oficial de dar "prioridad" a la encuesta. "De ninguna manera un problema gremial puede empañar una necesidad nacional", sostuvo, para agregar que la administración central está dispuesta a "suplir cualquier problema que pueda existir". Bullrich también amplió la convocatoria del registro a "aquellos legisladores nacionales, provinciales y concejales que quieran participar del relevamiento". Montero, por su parte, confirmó que hoy el Indec podrá ofrecer un informe "actualizado y cuantificado" que refleje el impacto que la decisión de Ctera tendrá en los diagramas del censo. Con esa mira, hoy se abrirán registros en distintas áreas de la administración pública para inscribir censistas. Los inscriptos serán convocados en cada jurisdicción en función de los docentes que deserten del operativo. Quienes acepten percibirán la suma prevista para los maestros: 44 pesos en el área urbana y 50 en zona rural. Los funcionarios nacionales de primera línea ratificaron ayer durante todo el día la voluntad oficial de concretar el censo y barajaron distintas alternativas. Indignado por la negativa docente a participar del relevamiento, el jefe de Gabinete, Cristian Colombo, anunció que para implementarlo se convocaría a las Fuerzas Armadas, estudiantes y voluntarios de entidades de bien público. En igual sintonía se expresaron el vocero presidencial, Juan Pablo Baylac, y el ministro del Interior, Ramón Mestre. Sin embargo, la información de que en el censo podrían participar miembros de las fuerzas armadas y de seguridad fue luego desmentida por el propio Montero. La febril búsqueda de estrategias para concretar el censo llevó incluso a más de una contradicción. Por ejemplo, mientras el Instituto Provincial de Estadística convocaba a la población a anotarse para suplir a los docentes (ver recuadro), Muchnik explicó que sería imposible lanzar una convocatoria amplia por la dificultad de cubrir a cada encuestador con una aseguradora de riesgos de trabajo.
| |